Como Embajador de México en China, Jesús Seade llevó consigo una agenda que se enfoca en una palabra: confianza.
El exnegociador del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, declaró que su plan es que México se dé a conocer “de manera más afirmativa” en China, lo cual facilitará los flujos de comercio y de inversión.
“Desarrollo de la confianza..., conocimiento de quiénes somos, de nuestras reglas, de nuestra economía; es confianza. Esa es la estrategia que vamos a tratar de cultivar”, indicó en entrevista.
Seade Kuri tendrá las manos llenas en China. Sus planes para captar inversión son muchos y diversos, por lo que su oficina estará “explorando por todos lados”. Hay, sin embargo, un interés particular en atraer la inversión turística, donde la confianza que busca cultivar será clave.
“Quisiera encontrar la forma de atraer inversión china en hotelería... El turismo chino va a fluir con mucha mayor confianza, en mejores números, si cuenta con cadenas hoteleras e instalaciones conocidas para ellos”, señaló.
También hay planes para diversificar las exportaciones, con un énfasis en los flujos de productos agropecuarios y manufactureros.
Para los agropecuarios, donde la principal barrera son los requerimientos sanitarios, el plan es desarrollar acuerdos para cada producto y establecer “procedimientos menos onerosos” para que los exportadores tengan menos problemas cumpliendo con el papeleo.
En el caso de las manufacturas, el embajador apunta a que el país se inserte en la cadena de producción china. La manufactura industrial se está encareciendo en el gigante asiático, por lo que México podría ser una opción más viable para inversionistas.
“Queremos que muchas de las cosas que China exporta hacia México, hacia Norteamérica, en muchos casos se puedan producir en México”, dijo.
No incluye Ruta de la Seda
A pesar de que la agenda del nuevo Embajador es amplia y diversa, no incluye a la llamada Nueva Ruta de la Seda, conocida también como la iniciativa One Belt One Road (OBOR).
La iniciativa busca conectar comercialmente a China con Europa mediante una extensa red de rutas marítimas y ferroviarias. Hay planes para extender el proyecto hacia Latinoamérica, aunque México no figura en la agenda establecida.
“El OBOR no se ha manifestado como algo que sea necesario, y de momento no es algo que se perciba como el paso a seguir. Tenemos ya una relación institucional muy estrecha (con China)”, explicó Seade.