Ante la decisión de un juez de mantener la prisión preventiva para Rosario Robles Berlanga, exsecretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que se trate de una venganza planeada desde el Ejecutivo, y se pronunció por que, en caso de considerar alguna irregularidad, busque apoyo, incluso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al ser cuestionado en su conferencia matutina.
“Por lo que corresponde al Ejecutivo no hay ninguna venganza, nosotros no hacemos eso, eso es inmoral, es indigno, eso le resta a cualquiera autoridad y para nosotros lo más importante es la autoridad moral. De parte del Ejecutivo no hay persecución a nadie, no se denuncia a nadie por consigna política”, aseguró.
“Y estos asuntos los trata en primera instancia la Fiscalía, que es un poder autónomo, y luego el Poder Judicial. Los jueces pertenecen al Poder Judicial, los ministros al Poder Judicial”, remarcó.
A pesar de ello, sugirió que se revise el caso.
“Y si el juez recibió una orden o actuó por consigna, debería de ser sancionado, porque los jueces tienen que actuar con autonomía”, indicó.
Otra vía, estimó, es acudir a comisiones de derechos humanos.
“Podría participar la comisión de derechos humanos, nacional e internacional. Se tiene que acudir a todos los medios cuando hay una inconformidad, cuando se piense que hay una injusticia”, sugirió.
Recordó que en la presente administración el Ejecutivo federal ya no está sobre los otros poderes, “como pasaba antes” y estos quedaban como “apéndices”.