Un juez federal resolvió que los policías no pueden ser obligados a quitarse el bigote y la barba como parte de las medidas disciplinarias que aplican casi todas las corporaciones del país.
José Antonio Navarrete, juez segundo de Distrito en Guerrero, le dio la razón a un elemento de la Policía Ministerial de ese estado, a quien concedió un amparo al considerar que obligarlo a quitarse la barba y bigote es violatorio de sus derechos humanos.
Estimó, además, que la medida violaba la creencia religiosa del agente, quien en su escrito de demanda aseguró que la religión que profesa establece que los hombres deben usar barba y bigote por ser parte de su naturaleza.
De acuerdo con la sentencia, el juzgador consideró que llevar barba y bigote no perjudicaba los derechos de los ciudadanos, ni tampoco afectaba las funciones como integrantes de las instituciones de seguridad pública del país.
“Cumplir con los preceptos de su fe no implicaría un abandono de sus funciones como policía”, señaló el juzgador en su sentencia en la que otorgó el amparo a un policía de Acapulco.