A sólo unas horas del primer acercamiento de la dirigencia nacional del PAN con Palacio Nacional, a su presidente, Marko Cortés, le estalló el panismo tradicional y conservador.
Cinco exgobernadores de la “primera generación” de mandatarios de Acción Nacional, exsenadores, actuales diputados y exdiputados federales y locales, exalcaldes, entre otros, expresaron su malestar y descontento con la conducción del partido.
“Tenemos diferencias respecto a la dirigencia del partido, pero mantenemos el diálogo y la propuesta. El PAN es un partido democrático y, como tal, en el partido se debate, se piensa diferente y esto no debe de inquietar a nadie”, aclaró Marco Antonio Adame, exgobernador de Morelos y exdiputado federal.
El actual diputado federal y exgobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, precisó que “lo que se busca es darle rumbo al partido, quitar el control interno de las tentaciones en el manejo, un cambio de manera institucional”, que haya “elecciones primarias” para elegir a dirigentes y candidatos a través de reformas a los estatutos, al programa de acción política, lograr una “democracia interna” y un “acercamiento con la ciudadanía”, propuestas que llevarán al partido.
A la dirigencia nacional del PAN “le queremos extender la mano y abrir el corazón”, subrayó, al convocar en la Cámara de Diputados –”por ser la casa del pueblo”, dijo– a lo que llamó “la primera generación de los exgobernadores del PAN: Carlos Medina Plascencia, de Guanajuato; Marco Antonio Adame, de Morelos; Fernando Canales, de Nuevo León; Marcelo de los Santos, de San Luis Potosí, y él mismo como exgobernador de Guanajuato, y a exlegisladores federales.
Fernando Canales advirtió: “El PAN va mal, hay que trabajar al interior para mejorarlo, para rescatar los valores fundacionales, para hacer a la institución una escuela de ciudadanos, hacer un partido que aspire al bien común, en un ámbito de libertad, de honestidad y de respeto para todos”.
Medina Plascencia expuso que se requiere “una reforma de estatutos”, un “nuevo programa de acción política”, un “observatorio ciudadano para dar seguimiento al desempeño de nuestros legisladores y nuestras autoridades locales, tanto municipales como estatales, elecciones primarias abiertas simultáneas obligatorias” y que haya “transparencia interna”.
El exsenador, exdiputado federal y excandidato panista al gobierno de Coahuila, Juan Antonio García, demandó “un partido abierto y sin opacidades”, sin “abusos e imposiciones en los procesos internos para la elección de los dirigentes y candidatos a cargos de elección popular”.
Urge “transparencia y flexibilidad en el proceso de afiliaciones, un padrón verídico, que no sea la reserva de falsos panistas, porque en casi todos los estados hay uno o dos individuos que controlan el ingreso al partido” y las candidaturas.
La exdiputada federal Esther Quintana reprochó que “mi partido tendrá que empezar por pedir disculpas por lo que ha hecho mal, será un gesto de humildad; se ha convertido en un amasijo de porquería, en un amasijo de intereses, de servilismo, de simulaciones. Le viene faltando humildad y nos va sobrando arrogancia”.
“En el PAN se está mal usando la política, se están formando verdaderas mafias hacia el interior, va cualquiera como candidato y eso no se vale. Ha llegado cada sinvergüenza a mi partido y se ha quedado cruzado de manos y no ha hecho absolutamente nada”, acusó.
También asistieron los exdiputados federales Gerardo Priego, de Tabasco; Juan Alcántara, de Guanajuato; José Espina y Aminadab Pérez, de la Ciudad de México; Fernando Castellanos, de Yucatán; Carlos Angulo, de Chihuahua; Jeffrey Jones, de Chihuahua, entre otros.