México deportó este martes a Estados Unidos a Juan Gerardo Treviño, un ciudadano estadounidense que lideraba el Cártel del Noreste, acusado en su país de varios cargos relacionados con narcotráfico y lavado de dinero y cuya captura este domingo provocó fuertes enfrentamientos y ataques a objetivos militares y civiles en la ciudad de Nuevo Laredo, fronteriza con Texas, incluido el consulado estadounidense.
Según explicó Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad Pública, Treviño, alias “El Huevo”, no tenía nacionalidad mexicana y no había registros de su entrada legal al país por lo que procedió la deportación.
La entrega a las autoridades estadounidenses tuvo lugar a primera hora de la madrugada del martes por la frontera de Tijuana con San Diego, en California, después de que “El Huevo” fuera evacuado de Nuevo Laredo en helicóptero. Treviño quedó detenido en Estados Unidos por cargos emitidos en el estado de Texas.
Mientras tanto, Nuevo Laredo, y principal cruce comercial entre México y Estados Unidos, hervía. Según confirmaron las autoridades mexicanas en conferencia de prensa, el arresto provocó enfrentamientos y quema de vehículos, con 13 bloqueos en carreteras, 22 agresiones a instalaciones militares y 16 a instalaciones civiles, incluidas las oficinas del Consulado de Estados Unidos. Todo ello derivó en el cierre temporal de dos de los puentes fronterizos que conectan con Texas.
“He planteado nuestra grave preocupación sobre estos incidentes y la seguridad de nuestros empleados directamente con el Gobierno de México”, dijo el lunes embajador estadounidense Ken Salazar.
Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, dijo que fueron enviados 783 elementos y cuatro helicópteros para reforzar seguridad en Tamaulipas.
Treviño, además de ser la cabeza visible del Cártel del Noreste, una escisión de Los Zetas, lideraba también el grupo de sicarios llamado “Tropas del Infierno” y las autoridades lo acusan de generar violencia en cinco estados del país y en la región de la llamada “frontera chica” del estado de Tamaulipas, la de mayor cruce ilegal de migrantes hacia Estados Unidos.
Además de las acusaciones relacionadas con el tráfico de drogas y de armas, en Estados Unidos también era buscado por emplear a menores.
Cuando fue detenido, Treviño tenía en su poder dos armas largas de uso exclusivo del ejército, y contaba con tres órdenes de aprehensión, la estadounidense y dos en México, una en Tamaulipas por extorsión y asociación delictuosa y otra en el también fronterizo estado de Coahuila por homicidio doloso y terrorismo. En esa región se le vincula al ataque contra Villa Unión, un municipio de la frontera que quedó arrasado a finales de 2019 al entrar una caravana de sicarios y donde murieron 24 personas.
Juan Gerardo Treviño Chávez es familiar de Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40″, el máximo líder del cártel de Los Zetas que fue detenido en 2013 y que actualmente se encuentra preso en México.