Mientras Interjet no cumpla con los pagos pendientes que tiene con sus trabajadores y proveedores, incluido el Gobierno, no podrá regresar a volar, aseguró el subsecretario de Transportes, Rogelio Jiménez Pons.
En entrevista para El Financiero, el funcionario señaló que si bien no se va a obstaculizar un posible regreso de la aerolínea ni a revocarle la concesión que tiene la empresa fundada por la familia Alemán, el Gobierno de la República no va a permitir que regrese sin hacer frente a sus pasivos, que suman más de 40 mil millones de pesos.
“Seamos muy claros; quieren operar, que paguen”, indicó Jiménez Pons a este diario.
Interjet no paga a sus trabajadores desde agosto del 2020 y no vuela desde el 11 de diciembre del mismo año. Además, la aerolínea tiene más de 14 meses en huelga y con un embargo precautorio que le impide tener control sobre los pocos activos que tiene la aerolínea.
Pese a tener casi por completo detenido su proceso de reestructura financiera, pues no hay inversionistas para el regreso de la empresa aérea, el hijo de dueño de Interjet, Carlos del Valle, ha asegurado que la aerolínea ya solicitó las autorizaciones necesarias para volar en el nuevo aeropuerto en Santa Lucía.
No obstante, como lo ha informado El Financiero, la aerolínea está prácticamente en punto muerto, con un equipo casi inexistente y con adeudos de impuestos.
“Nosotros que más quisiéramos que una fuente de trabajo tan importante como fue Interjet se regularizara, pero hay que ser claros, mientras ellos no salgan objetivamente de su precaria situación económica, y no cumplan con sus pagos, no van a poder volar. Le deban a ASA. Hasta no ver, no creer”, enfatizó Jiménez Pons.
Según el último estado financiero de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, la paraestatal que suministra combustibles a las aerolíneas en México, Interjet tiene un adeudo de mil 108 millones de pesos por turbosina.