Este domingo 3 de abril comenzó el horario de verano, en el cual el reloj debe adelantarse una hora. La medida fue implementada por el gobierno mexicano desde 1996 con el objetivo de que la población aproveche al máximo la luz solar y, de esta forma, reducir el gasto de energía eléctrica.
El cambio de horario se lleva a cabo hasta el 30 de octubre o al 6 de noviembre dependiendo de la región del país y, gracias a este, algunos ciudadanos perciben que el día rinde más debido a que oscurece más tarde, por lo que implica un ahorro en el gasto de energía y la emisión de combustibles contaminantes.
Desde su implementación en 1996, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) se ha encargado de dar seguimiento a la medida para cuantificar los ahorros que se logran anualmente con el cambio de horario en 30 estados de la República.
El FIDE señala que los resultados logrados durante 2018 con la implementación del horario de verano muestran un ahorro en consumo de 945.29 vatios por hora (GWh), los cuales serían suficientes para abastecer el consumo de hasta 592 mil 240 hogares durante todo un año; además, se registra un acortamiento en la demanda de 591.72 megavatios (MW).
Ahora bien, en cuanto ahorro económico en México se estiman alrededor de 1.359 millones de pesos y hasta 498 mil toneladas evitadas de de dióxido de carbono (CO2).
¿Cuándo termina el horario de verano?
El Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero de 1996 señala dos etapas, la primera se da con el comienzo del horario de verano el segundo domingo de marzo hasta el primer domingo de noviembre en los 33 municipios de la franja fronteriza norte (exceptuando Sonora).
La segunda etapa se da del primer domingo de abril al último de octubre en el resto del territorio de la República Mexicana, con excepción del estado de Sonora y el de Quintana Roo.