Sectores opositores convocaron este domingo 3 de abril a movilizaciones en la capital mexicana y otras ciudades para impulsar un boicot contra el referendo de revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, previsto para el 10 de abril, que se ha visto envuelto en la polémica y el desánimo del electorado.
Al grito de “¡democracia, democracia!”, y entre pancartas en las que se leía “¡Terminas y te vas!”, cientos de opositores, vestidos con camisetas y pantalones blancos, salieron pasado el mediodía a marchar por una de las principales avenidas del centro de la Ciudad de México para promover el boicot contra la consulta impulsada por López Obrador quien busca revalidar su gestión a la mitad de su sexenio y pasar a la historia como el primer gobernante mexicano en promover una votación de ese tipo.
En el referendo se preguntará a los mexicanos si quieren que se le revoque el mandato a López Obrador, o que continúe hasta el final de su sexenio en el 2024.
Ante la popularidad que tiene el gobernante, que supera 60 por ciento, y el debilitamiento que enfrenta la oposición, los analistas ya dan por descontado que la opción de la revocatoria de mandato no triunfará, pero se prevé que podría haber una baja participación por el desconocimiento que hay sobre la consulta y el desinterés del electorado.
Algunos analistas apuntan a que este evento electoral podría correr con la misma suerte que el referendo que se realizó en agosto pasado, también promovido por López Obrador, en el que se preguntó a los mexicanos si estaban a favor de que se enjuiciaran a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. La consulta tuvo una participación de 7 por ciento y no logró el porcentaje mínimo de 40 por ciento (37.5 millones de votantes) exigido por la legislación mexicana para ser vinculante para los poderes públicos.
En medio de ese contexto, el académico del Tecnológico de Monterrey, Patricio Morelos, afirmó que será muy poca la incidencia política que podrán generar los resultados del referendo revocatorio de cara a elecciones de gobernadores previstas para el 5 de junio en seis de los 32 estados del país, o las presidenciales del 2024.
Morelos dijo a la AP que es muy posible que el presidente López Obrador gane la consulta pero con una baja participación de votantes, situación que podría aprovechar la oposición para alegar que el referendo fue un fracaso y que se gastó innecesariamente una gran cantidad de recursos que pudieron disponerse para atender otras urgencias en México.
“Nadie va a ganar. Cada quien va a mantener el discurso polarizante en el que quizás el que gana es López Obrador que tiene una mayor cantidad de simpatizantes que la oposición”, agregó.
Sobre las motivaciones que han llevado a los sectores adversos al gobierno a promover el boicot, Morelos indicó que la oposición sabe que “en este momento los números no los favorecen” para lograr la revocatoria de mandato de López Obrador, y es por ello que opta por estimular la no participación porque “les resulta más rentable” decir que la votación no logró ser vinculante.
Entre los que han levantado su voz contra el referendo está el expresidente Fox, que gobernó México entre 2000-2006, quien llamó a los mexicanos a no asistir a las urnas el 10 de abril.
“Hagámosle el vacío para pegarle duro en su ego y en su soberbia. Porque, además, no hay otro camino, lo demás él se las va a arreglar para sacar ventaja. El vacío, no ir a votar, es el consenso que tenemos quienes pensamos que hay que derrotar a ese hombre”, dijo el viernes en Twitter.
En los meses previos a la consulta se dio una intensa batalla política y legal entre oficialismo y el Instituto Nacional Electoral (INE) luego que el Congreso, que controla el partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), le recortó el presupuesto al organismo.
El INE suspendió en diciembre el proceso para el referendo alegando que no tenía recursos suficientes, pero luego debió reactivarlo tras una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que le ordenó seguir adelante con la votación.
Tras una serie de ajustes el organismo electoral, que López Obrador suele criticar recurrentemente, fijó un presupuesto de cerca de 78.2 millones de dólares para el referendo revocatorio que inicialmente se había estimado que costaría 191.2 millones de dólares.