Una lente que capturó una parte de la vida que para muchos es difícil de ver: este martes murió Enrique Metinides, quien se hizo ‘maestro’ en el fotoperiodismo de la nota roja en México.
Metinides, nacido el 12 de febrero de 1934, era hijo de padres griegos que viajaron a México para celebrar su luna de miel. En lo que quizá fue un ‘guiño’ del destino, su vida quedó marcada por lo imprevisible, como la nota roja misma, pues ambos tuvieron que quedarse en nuestro país después de que estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Su primera cámara cayó en sus manos cuando apenas tenía 9 años. Su padre solía tener un negocio donde vendía y revelaba rollos fotográficos. Después de que el local donde estaba su negocito tuvo que ser demolido, le regaló una cámara que estaba entre las cosas que no se liquidaron.
Los monumentos en Paseo de la Reforma fueron sus primeros ‘musos’ junto con los trenes y las personas que luego se peleaban por Nonoalco. Después, Metinides empezó a fotogafiar a los coches que chocaban cerca del restaurante de su padre, que estaba sobre San Cosme.
“Como era un chamaco, los policías ni me decían nada, hasta posaban para la foto”, llegó a contar en entrevista con el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA).
‘El Niño’ se empezó a hacer de fama pues las personas ‘le avisaban’ si había algún accidente para que lo fotografiara. El pequeño fotógrafo también aprovechaba que agentes y personal del ministerio público iban a comer al negocio de su familia para mostrarles su trabajo.
“Entonces me dijeron que si quería, me fuera a tomar fotos a la delegación. Ahí empezó todo”, contó en entrevista.
Metinides comenzó a publicar su trabajo en La Prensa después de que por azares del destino conoció a Antonio ‘El Indio’ Velázquez, quien trabajaba para el diario.
Ambos se toparon en un accidente de tráfico tras llegar a tomar fotos. Después de que le preguntara al sonido de “¿oye niño, te gusta retratar choques?”, Velázquez le dijo que lo esperaba en La Prensa para que saliera con él a tomas más fotografías.
Y el mote de ‘El Niño’ se le quedó desde ahí hasta la tumba.
Otros de los momentos en la carrera de Metinides fueron:
- A los 15 años, se convirtió en el primer fotorreportero permanente a bordo de una ambulancia.
- Retrató el después de la masacre de estudiantes en Tlatelolco en 1968, aunque los rollos de fotografías fueron confiscados por el Ejército. Metinides contó después que esto fue porque los militares terminaron usando sus fotografías y las de sus compañeros reporteros para identificar a líderes estudiantiles.
- Su trabajo fue premiado por el Gobierno de México, asociaciones de periodistas, organizaciones de rescate y judiciales y Kodak de México.
- En 1997, recibió el premio Espejo de Luz, el más importante que se da a los fotógrafos en México.
- Se retiró del fotoperiodismo en 1979.
Con información del MUCA, Cuartoscuro y la Secretaría de Relaciones Exteriores.