El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, anunciaron este jueves proyectos de modernización en los puertos de entrada de la frontera con el fin de impulsar el crecimiento económico en ambos países.
Durante el Foro de Infraestructura Fronteriza Estratégica, en Tijuana, Baja California, se trataron 13 proyectos de infraestructura en la frontera entre México y Estados Unidos, con lo que se espera mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en la región.
Los funcionarios hablaron particularmente del proyecto del Cruce Internacional Mesa de Otay II–Otay Mesa East que se trata de un nuevo puerto de entrada de alta tecnología que espera descongestionar el sistema de cruces de la zona fronteriza, así como la reducción en los tiempos de revisión.
Por otra parte, en la frontera Chihuahua-Nuevo México, se llevará a cabo la modernización del Cruce San Jerónimo-Santa Teresa y sus vías de acceso, que será una alternativa para reubicar el tráfico comercial que atraviesa la zona urbana de Ciudad Juárez-El Paso.
“Resultado de esa conversación que tuvo el presidente López Obrador con el presidente Biden, México ha tomado algunas decisiones (proyectos aprobados) […] esta es una inversión hasta hoy de 700 millones de dólares aprobados y todas ya están en etapas de diferente grado de avance”, dijo Marcelo Ebrard durante el foro.
Además, señaló que el objetivo y la instrucción de ambos presidentes es que finalizando 2023 todos los proyectos estén funcionando “porque quieren esta frontera, es y va a ser la más ocupada del mundo”.
Por otra parte, el embajador Salazar expresó que “es un día importante e histórico” y aseguró que es un momento donde con “el presidente Biden y el presidente Andrés Manuel López Obrador, vemos la relación entre los Estados Unidos y México en una manera muy positiva”.
“Lo que se tiene que hacer es asegurar que vayamos caminando adelante en lo que es un plan conjunto entre los Estados Unidos y México para crear una frontera donde la gente, la cultura, el comercio, la seguridad, se puedan ver en toda esta frontera de tres mil kilómetros, dos mil millas”, indicó.
Y es que, en la región fronteriza, el impacto económico de las demoras y en los cruces fronterizos puede generar pérdidas de miles de millones de dólares para ambos países, por lo que consideran fundamental agilizar los tiempos de espera en los cruces.