Cuando nadie pensaba en él, la noticia apareció. Rafael Caro Quintero, el “Narco de Narcos” fue detenido por elementos de la Marina Armada de México. El hombre, por quien la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ofreciera una recompensa de 20 millones de dólares, ha sido detenido en Guachochi, Chihuahua.
En 2016, las autoridades revelaron que el fundador del extinto Cártel de Guadalajara había reagrupado sus fuerzas y tomado las armas para formar el Cártel de Caborca. La organización criminal toma el nombre de la zona desértica de Sonora, que desde hace años ha sido identificada como centro de operaciones de Caro Quintero. No obstante, en esa región también ha sido reconocida la presencia de su sobrino, Rodrigo Páez Quintero, quien mantiene una disputa por la plaza con los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, también conocidos como Los Chapitos.
Tras la detención de fundador de Cártel de Sinaloa en 2016, el “Narco de Narcos” hizo sentir sus pasos y su primer objetivo se centró en disputarle la plaza a quien fuera su socio, Guzmán Loera.
Caro Quintero o “Rafail” —como es conocido en Badiraguato (Sinaloa), según el semanario Río Doce— tiene una cita en EEUU a la que no quiere ir. Hace 35 años, el capo fue aprehendido por la tortura y asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena. Como se sabe, pasó 28 años en una prisión mexicana, hasta el 8 de agosto de 2013 cuando fue liberado gracias a un amparo firmado por un Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito del Estado de Jalisco.
Ese día, Caro Quintero abordó una camioneta negra y desapareció. Aunque en una entrevista inédita a la periodista Anabel Hernández dijo que no tenía intenciones de regresar al mundo del narcotráfico, siempre hubo fuertes señales de su regreso al hampa.