“En el lanzamiento sentí las vibraciones”, así describió Katya Echazarreta, la primera mujer nacida en México ir al espacio, su experiencia en el vuelo lanzado por Blue Origin, empresa del fundador de Amazon, Jeff Bezos.
En un evento organizado por el Gobierno de la Ciudad de México y encabezado por AMLO, se reconoció la participación de Katya Echazarreta en la Nasa, la joven de 27 años, explicó que su experiencia en el espacio “es lo más bonito” que le ha sucedido en la vida y narró cómo fue su estancia en “las estrellas”.
Confesó que el día de su viaje al espacio sentía mucho miedo, pero no claudicó y lo enfrentó: “Cuando llegué al día de mi misión tenía muchísimo miedo, pero no porque tengamos miedo quiere decir que no lo vamos a hacer, el miedo es normal, el miedo es muy humano, te vas a poner nerviosa, pero igual lo tienes que hacer, hazlo con miedo”.
También detalló cómo fueron sus primeros segundos después del lanzamiento: “sentí las vibraciones, en las ventanas de alrededor empiezas a ves el color de la reacción química que, en unos segundos, está a punto de llevarte al espacio y se ve todo naranjado, se ve todo el desierto, la venta es enorme”.
Katya Echazarreta de México para la NASA
Una de sus mejores experiencias, destacó la también ingeniera eléctrica, fue contemplar el cielo, el cual lo observó como si fuera un portal azul oscuro.
“Mi experiencia favorita es ver cómo cambiaba de color el cielo porque cuando vas subiendo, vas viendo el cielo azul… cuando subes un poquito más, arriba se ve como si fuera un círculo, se ve como si fuera un portal, como si fuera un cielo en la noche, el cielo oscuro azul”, sostuvo.
Después de apreciar el cielo y el espacio, el cohete y la cápsula se separan: “Estas viendo esa imagen y segundos después ya estás viendo el espacio, ni siquiera te das cuenta de la diferencia, es algo tan rápido y una sensación tan increíble.
Sobre el efecto de la microgravedad en el espacio, Katya señaló que es complicado para la mente asimilar la situación porque es una experiencia que el cuerpo no había registrado: “Una experiencia como estar en la microgravedad, tu mente ya no sabe qué hacer con eso porque nunca ha tenido esa experiencia, así que no reacciona, no sabe qué hacer… mi mente me estaba diciendo que todo estaba al revés y no era cierto.
Incluso, destacó que para moverse en el espacio solo se necesita la fuerza de dos dedos:
“La fuerza necesaria para moverte en el espacio es la fuerza que tienes en dos dedos, es decir, con la fuerza de dos dedos yo ya subo en el espacio… porque si yo hago más que eso, voy a salir muy rápido y me voy a pegar”.