La oposición política en México está hoy “disminuida, deslavada y sin propuesta clara”, lamentó José Woldenberg.
Sin embargo, esa oposición “debe valorarse, aunque no veamos con claridad cuál es su propuesta alternativa”, porque “las más agresivas y antidemocráticas iniciativas del gobierno han sido confrontadas por esta misma oposición”.
Destacó que “en muchos casos, cuando el gobierno ha ganado en el Congreso, la oposición ha interpuesto recursos ante la Suprema Corte, tanto por la vía de la controversia constitucional como por acciones de inconstitucionalidad”.
Por ello, en entrevista en el programa EntreDichos, con el periodista René Delgado, en EL FINANCIERO Bloomberg estimó que “si no existiera la oposición estaríamos en una situación mucho más grave, porque el Presidente cree que su voluntad y sus designios deben ser la voluntad y los designios de todos”.
El expresidente del IFE consideró que la coalición Va por México, de PRI, PAN y PRD, se da entre partidos “con idearios muy distintos, incluso contrapuestos, y lo que están tratando de hacer es sólo resistir a que muchas de las iniciativas antidemocráticas sean canceladas, bloqueadas y que no pasen”.
“La alianza es sólo algo que está a su paso, coaliciones pragmáticas para ganar a como dé lugar, y sólo le veo sentido como bloque de contención a las pulsiones autoritarias”.
Criticó que el Presidente “no se ha frenado incluso ante violaciones flagrantes a la Constitución. Por ejemplo, a pesar de que el artículo 21 de la Constitución dice con todas sus letras que la Guardia Nacional debe ser un órgano civil y que debe estar adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública, a través de una ley que está por debajo de la Constitución y que no la puede contradecir se ordena su adscripción a la Secretaría de la Defensa Nacional”.
“Estoy seguro que los partidos de oposición van a interponer un recurso ante la Suprema Corte y, si la Corte es la Corte, va a tener que echar para atrás esa ley”, anticipó.
También puso como ejemplo la iniciativa de reforma electoral, con la que el Ejecutivo busca “alinear a los órganos autónomos del Estado a la voluntad presidencial”.
“El caso del INE es un instituto autónomo que no sigue las directrices del gobierno, ni tiene por qué hacerlo, de ningún otro de los poderes constitucionales y tampoco de ningún partido político, y esa es una necesidad estratégica de la autoridad electoral”, resaltó.
Advirtió que “si la autoridad electoral acaba siendo una autoridad facciosa no puede dar garantías de imparcialidad a todos, y para construir esa imparcialidad fue necesaria la autonomía. Hoy los consejeros se eligen en un proceso muy alambicado, pero que ha arrojado que la inmensa mayoría de ellos sea gente independiente”.
Explicó que “aunque a muchos les puede sonar muy democrática, lo que pretende el Presidente con su iniciativa es que esos consejeros sean electos, pero que el propio Presidente propondría 20 candidatos a consejeros, el Congreso otros 20 –10 por cada cámara legislativa– y la Suprema Corte otros 20 candidatos”.
“Pero el Presidente tiene un partido, ese partido tiene mayoría en el Congreso, y ya de salida es probable que esos candidatos tengan un sesgo; pero lo peor es que los candidatos no tienen oportunidad de hacer campaña y tendrán que acudir a alguno de los partidos y ahí van a adquirir compromisos políticos”, indicó.
Consideró que “lo mejor que nos puede pasar es que no pase nada y que todo se quede como está”, porque “todo lo que se está proponiendo, o casi todo, son pasos para atrás, pasos en reversa”.