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Luis Cresencio Sandoval canceló reunión con diputados por ‘grosería’ de MC: Adán Augusto

El secretario de Gobernación señaló que la reunión con los diputados era sobre el tema de los Guacamaya Hacks.

Adán Augusto afirmó que una 'carta grosera' de un diputado de MC fue el detonante por el que el secretario de la Defensa ya no se reunió con los legisladores (Cuartoscuro)

La Comisión de la Defensa Nacional de la Cámara de Diputados “no es el organismo” ante el que el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Crescencio Sandoval, “tiene que rendir cuentas”, aclaró el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

El funcionario explicó que el presidente de la Comisión de la Defensa en San Lázaro, Ricardo Villareal, del PAN, propuso al general una reunión para analizar la necesidad de aumentar el presupuesto de la Sedena para evitar hackeos.

El secretario aceptó, dijo López, solo que propuso que la reunión fuera en la oficinas de la Sedena, lo que se aceptó sin problemas y hasta se fijó la fecha.

¿Entonces, por qué la reunión ya no se hizo?

Lo que sucedió después (según la versión de Adán Augusto López) es que por “una carta en términos por demás irrespetuosos de un diputado de Movimiento Ciudadano” el secretario le informó al presidente de la Comisión que “ante ese desaguisado, la reunión no se va a llevar a cabo”.


El diputado de MC en cuestión es Sergio Barrera, secretario de la misma Comisión de la Defensa Nacional, quien según Adán Augusto replicó al funcionario que “se dirigió al Secretario diciéndole que bajo ningún motivo aceptan ir a las instalaciones de la Secretaría de la Defensa”.

“No es exactamente cierto lo que se plantea, de que el Secretario de la Defensa no haya querido rendir cuentas”, aseguró el secretario de Gobernación.

Adán Augusto López participó este lunes en una reunión con diputadas y diputados locales de la Ciudad de México, en la que presentó la iniciativa para aumentar la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad hasta 2028, para la que pidió su aprobación.

Aprobado ya por el Congreso, el dictamen necesita el aval de al menos 17 de las 32 legislaturas estatales para convertirse en ley, debido a que la reforma fue constitucional.

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