El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador coacciona, “amenaza y dobla” al PRI, el “partido endeble de la oposición”, para imponer un árbitro electoral “a modo” para alinear a consejeros y magistrados a su voluntad, denunció el líder nacional del PAN, Marko Cortés.
El líder del blanquiazul aseguró que, después de ser incumplida por el PRI la moratoria constitucional, los legisladores panistas darán “una gran batalla” para no dejar pasar una reforma electoral que atente contra el Instituto Nacional Electoral (INE), organismos públicos locales, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y tribunales locales.
Puso énfasis en que el presidente López Obrador quiere un “árbitro débil para controlarlo, ya que lo quiere a modo, lo quiere de su lado, como a los miembros de su gabinete, gobernadores y militantes de Morena, que son incapaces de cuestionar sus decisiones totalitarias y arbitrarias”.
“El gobierno de Morena es un peligro para México, porque amenazando y doblando al partido endeble de la oposición, también amenaza la autonomía de las instituciones democráticas y la libertad de los mexicanos para decidir, representando el retroceso más grave en la historia de nuestro país” aseguró.
“Coaccionando nuevamente al partido endeble de la oposición, es como el gobierno quiere imponer un árbitro electoral a modo para alinear a consejeros y magistrados a su voluntad, tal como lo hizo en la fallida estrategia de la militarización, de tal manera que le permita ir a los procesos electorales sin equilibrios, ni reglas”, expresó en un comunicado.
Señaló que el PAN insistirá en su propuesta de reforma electoral para blindar al sistema electoral de cualquier “regresión democrática”, la cual plantea incorporar la segunda vuelta en materia electoral, para la elección del Presidente, la nulidad de la elección ante la participación del crimen y disminuir la sobrerrepresentación en Diputados.
Cortés Mendoza lamentó que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, “se ha convertido en personero, operador, cabildero y golpeador político” del Presidente, así como la negativa a comparecer ante el Congreso de los secretarios de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval; de Marina, José Rafael Ojeda, y el propio secretario de Gobernación.