El juicio contra Genaro García Luna, secretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) comenzó este martes 17 de enero luego de tres años de su detención.
Pero poco se sabe de este personaje que presuntamente negoció con la delincuencia organizada en el sexenido de Felipe Calderón.
Genaro García Luna vivió y creció en la colonia Romero Rubio del extinto Distrito Federal. El que demostraría ser ‘experto’ en seguridad pública durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón tiene un oscuro pasado, donde era llamado ‘El Chango’ y sus compañeros de secundaria le temían.
En el libro García Luna, El señor de la muerte, de Francisco Cruz, se detalla la adolescencia del exfuncionario mexicano, que desde los 14 años ya se codeaba con agentes policiales y fungía como espía y mandadero de ellos.
Así es como comenzó a darse a respetar en una colonai popular, donde abundaban las drogas, la prostitución y la delincuencia.
El mexicano también era conocido en su colonia como ‘El Tartamudo’, ‘La Metralleta’ o ‘El Diablo Azul’. El también ingeniero mecánico por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) formó su propia pandilla de asaltantes, donde tuvo como complices a algunos de sus familiares.
Todos estos pincelazos fueron parcialmenre borrados por García Luna, quien construyó una imagen éxitosa y compartía muy poco de su vida privada.
¿Cuáles son los complejos de García Luna?
Detrás del hombre de traje que rendía cuentas sobre la lucha contra en narcotráfico, se esconde un hombre que nació en 1968, que tenía origen humilde y que desde muy chico manifestó ser dominado por la violencia.
‘‘García Luna crecería tratando de vencer esa desventaja de sus orígenes humildes. Trataría de vencer sus problemas de comunicación, que se manifestaban en una especie de tartamudez, así como su predisposición a la violencia’', se detalla en el libro de Cruz.
Un hombre que cursó con él al secundaria segura que tenía problemas de lenguaje, por la tartamudez, lo que lo hacía parecer tímido e inseguro.
‘’Era nervioso con las manos. Le entraban los nervios al participar en clase, pero todos le temían. Así se hacía entender’', expuso la persona.
Se detalla también que sus padres huyeron de Michoacán, que su familia era de clase baja ‘rayando en la probreza absoluta’.
Físicamente tampoco era muy agraciado. Pero con apenas 1.67 de estatura, regordete y con voz aflautada, tenía lujos que ‘El Gorilla’ de la Romero Rubio jamás hubiese imaginado.
Estas eran las inseguridades y los demonios del que alguna vez fue la mano derecha de Felipe Calderón. Sin embargo y aunque construyó una imagen por demás profesional, Estados Unidos lo calificaba de fracasado y perdedor.