Francisco Cañedo, exagente de la desparecida Policía Federal, declaró ayer ante una corte de Estados Unidos que, en 2008, vio a Genaro García Luna, extitular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, reunido con narcotraficantes.
Dijo que fue en octubre de ese año. Él estaba de descanso y viajó a Morelos. Agregó que, al circular por la carretera libre a Cuernavaca-Tepoztlán, vio unas camionetas Suburban y, al pasar, vio a Édgar Valdez, la Barbie, y Arturo Beltrán Leyva, el Barbas, con García Luna.
Agregó que el encuentro se lo contó a su compañero Óscar Granados y juntos denunciaron, con la entonces diputada federal Layda Sansores, quien le sugirió hacer un escrito anónimo y entregarlo a la revista Proceso. Dijo que por ello lo metieron en prisión por delitos fabricados.
El testigo será interrogado el lunes por la defensa de García Luna.
Antes, concluyó con su testimonio Harold Mauricio Poveda, un narco colombiano, y el agente de la DEA, Miguel Madrigal, quien aseguró que, desde 2010, la agencia estadounidense tuvo noticias de la presunta colaboración de Genaro García Luna con el Cártel de Sinaloa.
Pese a ello, tanto Poveda como Madrigal negaron tener documentos o haber confirmado los vínculos del exfuncionario con el Cártel de Sinaloa.