En la actualidad, el acceso a internet es más común que hace 10 años y aunque es beneficioso de muchas maneras, también ha generado nuevas formas de violencia que pueden derivar en agresiones reales.
Luego de la emergencia sanitaria generada por el COVID-19 en 2020, la violencia digital se volvió un tema central en los cuidados que deben tenerse al momento de navegar en la web.
La violencia digital (también conocida como ciberviolencia), es una agresión hacia una persona a través de una línea de comunicación en línea, como un chat, por redes sociales o por comentarios en la red. Puede tener diversas manifestaciones además de la agresión, como la difusión, sin el consentimiento de la víctima, de sus datos e imágenes personales, amenazas, difamaciones, acoso, humillación, ataques que afectan la libertad de expresión, entre otras.
Al respecto, en 2021, se dio a conocer que al menos 30% de mujeres de entre 20 y 29 años que utilizaron internet, fue víctima de ciberacoso, frente al 25% de los hombres. El 59.4 % de la población de niños mayores de 12 años, fue víctima de ciberacoso durante los últimos 12 meses por una persona que conocía.
Tipos de violencia digital:
- La creación, difusión, distribución o intercambio digital de material de naturaleza sexual o íntima sin consentimiento.
- Acceso, uso, manipulación, intercambio o distribución no autorizados de datos personales.
- Suplantación y robo de identidad.
- Ciberhostigamiento: espiar, obsesionarse o compilar información en línea sobre alguien y entablar comunicación con la persona sin su consentimiento.
- Ciberacoso: humillar, molestar, atacar, amenazar, alarmar, ofender o insultar a una persona.
- Ciberintimidación o ciberbullying es el uso de tecnologías por menores de edad para humillar, molestar, alarmar, insultar o atacar a otra/o menor de edad o difundir información falsa o rumores sobre la víctima, así como amenazarla, aislarla, excluirla o marginarla.
- Amenazas directas para generar daño físico o psicológico.