Protagonista de un programa de televisión en su adolescencia en Tamaulipas, estudiante universitario, joven y con un futuro prometedor, Diego Santoy Riveroll sostuvo una relación amorosa que, al terminar, se convirtió en una pesadilla que lo llevó a ser uno de los asesinos más recordados en la historia de México.
La suerte de Diego Santoy dio un giro hace 17 años. El 2 de marzo de 2006, el joven allanó la casa de su novia Erika Peña Coss, en un arranque de ira luego de que su relación se había terminado.
Ese día, Diego Santoy Riveroll se transformó en el ‘asesino de Cumbres’. Se le declaró culpable del homicidio de Erick Azur, de 7 años, y de María Fernanda, de 3, medios hermanos de Erika.
Además, Diego Santoy, de entonces 21 años, provocó graves lesiones a Erika, a quien apuñaló y golpeó.
Luego de los crímenes, Diego Santoy armó un plan de escape, por lo que privó de la libertad a la trabajadora doméstica, a quien la metió en la cajuela de un auto, aunque luego la liberó.
Así fue la cacería del ‘asesino de Cumbres’
Tras os asesinatos, Erika, la única sobreviviente de la ‘masacre de Cumbres’, relató los hechos y la policía comenzó la búsqueda de Diego Santoy Riveroll, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Cinco días después de los hechos, el joven fue localizado, junto a uno de sus hermanos, en Oaxaca. Su plan era huir a Guatemala.
Tras la detención del entonces presunto responsable, caso se volvió mediático y generó indignación en la sociedad mexicana. Por si fuera poco, cobró más relevancia, pues la madre de Erika y los niños era una popular conductora en la televisión local de Monterrey.
Después de ser declarado culpable, el ‘asesino de Cumbres’ dio varias entrevistas a televisoras. Durante las charlas, el joven aceptó su responsabilidad en el doble homicidio de los menores. No obstante, el caso daría algunos giros más. Sobre todo cuando cambió las versiones e intentó culpar a Erika de haber sido la responsable de los homicidios y tratar de quedar él como cómplice.
Santoy Riveroll fue asesorado por la abogada Silvia Raquenel Villanueva, quien fue asesinada en 2009. A partir de entonces, él cambió su versión de los hechos, contó otra historia en la que incluso afirmó que Erika le pidió golpearla en la cabeza con un martillo.
La sentencia a Diego Santoy
En primera instancia, Diego Santoy Riveroll fue sentenciado a 138 años de prisión, pero su defensa apeló el fallo. Tras el proceso legal, logró una reducción a 71 años. De acuerdo con la ley, el ‘asesino de Cumbres’ no podrá permanecer más de 40 años en prisión y saldrá cuando sea un adulto mayor.
Durante su estancia en la cárcel, la vida de Diego Santoy Riveroll ha seguido a un ritmo vertiginoso. Incluso, debido a lo mediático del caso, el homicida se hizo famoso y contó con un club de admiradoras. De hecho, el joven se casó con una de sus ‘fans’, con la que tuvo un hijo y posteriormente se divorció.
Luego de ser llevado del Penal de Topo Chico al de Cadereyta, en ese centro penitenciario, Diego Santoy vivió el motín de 2017. Durante su encierro, ha continuado otorgando entrevistas, pero ahora se rehúsa a hablar de lo ocurrido aquel 2 de marzo de 2006.