Ana Gabriela Guevara, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte ha estado en el ojo del huracán durante las últimas semanas, al grado de que más de 50 mil personas han solicitado su destitución de la Conade a través de la platanforma Change.org.
Esto, después de que integrantes del equipo femenil de nado artístico -que ganó la medalla de oro en la Serie Mundial realizada en Egipto- denunciaron que tuvieron que vender trajes de baño para costear los gastos de su viaje.
La funcionaria afirmó que las declaraciones de las atletas eran un chantaje y explicó que los equipos acuáticos no han podido recibir recursos debido a conflictos administrativos que comenzaron desde que Kiril Todorov, presidente de la Federación Mexicana de Natación, fue acusado -y vinculado a proceso- por el delito de peculado, tras haber detectado que millones de pesos pertenecientes al organismo deportivo fueron desviadas a sus cuentas personales.
Conflictos que se han acrecentado tras la intervención de la Federación Internacional de Natación (FINA) -ahora World Aquatics-, organismo que no reconoce la Conade.
Sin embargo, estos parecen no ser los únicos conflictos dentro de la Conade, pues -según lo publicado en la columna de opinión de Lourdes Mendoza, Ana Gabriela Guevara “no ha podido comprobar algunos gastos de la Conade correspondientes a los ejercicios 2020, 2021 y 2022″.
“En esa sola auditoría se determinaron 11 pliegos de observaciones por 186.7 millones de pesos por daños a la hacienda pública federal, entre los que destacan los 103.3 millones de pesos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo por servicios informáticos integrales del centro de atención tecnológica que no pudo comprobar, o los 30.8 millones de pesos pagados a Productos Serel por no presentar la documentación comprobatoria de los servicios (desayuno, comida, cena, colación, box lunch y coffe break) relativos a cada sede CNAR, Villas Tlalpan y Cepamex, ni con el mobiliario solicitado en cada uno de los centros o sedes de la Conade”, afirmó, en su columna, Lourdes Mendoza.
“Además, los prestadores de servicios no pudieron acreditar contar con personal ni operaciones de compra de insumos para sus trabajos, o sea empresas totalmente fantasma”, añadió la columnista.
Esto habría obligado a la ASF a plantear cuatro promociones del ejercicio de la facultad de comprobación fiscal para que el SAT intentara ubicar a las empresas:
- Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad
- Industriales Casoal
- Corporativo de Eventos y Servicios Cappuccini
- Comercializadora PVR
Tras esto, de acuerdo a Lourdes Mendoza, “la ASF ya no ha practicado ninguna otra auditoría”.
Sobre el dinero de 2020, 2021 y 2022, Lourdes Mendoza señala que “hay datos en la Cuenta Pública”, ya que en dicha instancia se tienen que adjuntar las auditorías externas a los estados financieros.
¿Qué dicen las auditorias externas?
Para el ejercicio 2020, la Conade invirtió 2 mil 156 mdp. La auditoria externa fue encargada al despacho Resa y Asociados, SC, quien presentó una abstención de opinión por limitación, “ya que no pudo obtener evidencia que le proporcionara una base suficiente y adecuada para expresar una opinión de auditoría”.
Para 2021, la Conade contrató al despacho A. Frank y Asociados, SC, quien emitió una opinión con salvedades, ya que, entre otras razones, en la partida 4000 Subsidios y Subvenciones “no encontraron los comprobantes fiscales, documentación que acreditara la autorización de los controles del destino y rubros de gasto”.
En 2022 -año en que la Conade reporta un gasto de 2 mil 32.7 mdp- la historia se repitió otra vez, con otra opinión con salvedades debido a que “la Conade utilizó el Sistema Integral de Administración de Recursos (SIAR) con fallas en su operación por duplicidad de registros, lo cual ocasionó saldos de naturaleza contraria, partidas en conciliación y antigüedad de saldos ficticia”, escribió Lourdes Mendoza.