Tras la renuncia de Marcelo Ebrard a la Secretaria de Relaciones Exteriores, anunciada para este lunes 12 de junio, es posible que más funcionarios de Morena y aliados que aspiren a la candidatura presidencial dejen su cargo con el objetivo de hacer campaña para la encuesta que definirá a la ‘corcholata’ favorita.
Mario Delgado, líder nacional de Morena, dijo este lunes 6 de junio que la salida de Ebrard meterá presión para que los otros aspirantes renuncien a su cargo, con el objetivo de “garantizar la equidad”. En entrevista con el periodista José Cárdenas dijo que la salida de los cargos “garantizar un proceso equitativo requerirá que todos estén en igualdad de condiciones”.
Si los aspirantes renuncian a su cargo, de acuerdo con Delgado, garantizaría que no utilicen sus puestos como legisladores, titulares de dependencias o mandatarios para tomar ventaja a la hora de salir a hacer campaña.
En el caso de legisladores, como el diputado Gerardo Fernández Noroña, del PT, el senador Manuel Velasco del Partido Verde y el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, existe la posibilidad de solicitar una licencia para competir por la candidatura. Su cargo sería ocupado por su suplente temporalmente.
Es posible que te preguntes: ¿Es ilegal que los funcionarios renuncien a su cargo para hacer esta campaña? La respuesta es que no; sin embargo, tampoco es obligatorio que abandonen sus funciones, ya que los estatutos de Morena permiten participar en el procedimiento sin dejar su cargo.
Algo similar ocurrió con Delfina Gómez, quien dejó la Secretaría de Educación Pública (SEP) tras ganar la encuesta para ser candidata del partido por el Estado de México el 4 de agosto del año pasado, formalizando la salida de la gobernadora electa y la llegada de Leticia Ramírez Amaya a la dependncia el 15 del mismo mes.
En el caso en el que alguna de las ‘corcholatas’ sí tendría que dejar su cargo sería cuando ganara la encuesta interna y medio año antes de las elecciones presidenciales, como dictan los estatutos internos de Morena y el artículo 82 de la Constitución:
“Para ser Presidente se requiere no ser secretario o subsecretario de Estado, fiscal General de la República, ni titular del poder ejecutivo de alguna entidad federativa, a menos de que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección”.