La senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, continúa en su camino dentro del proceso interno de la coalición Va por México (PRI-PAN-PRD) para convertirse en la candidata opositora a la Presidencia en 2024. A la par, el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como personajes del oficialismo, continúan con acusaciones sobre sus raíces indígenas. El señalamiento más reciente es que no vendió gelatinas en su infancia.
En su programa Martes del Jaguar, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, dijo que el tema de las raíces indígenas de Xóchitl Gálvez es “una farsa”.
“Yo no veo que hable otomí, y que además hay quien nos dice, porque hay investigaciones en su pueblo, y ella dice que se iba caminando kilómetros descalza para llegar a su pueblo, y un maestro dice: ‘¿pues cuál caminaba kilómetros’, si la escuela está a dos cuadras de su casa’”, dijo Sansores el martes 11 de julio mientras tachaba a Gálvez de simular.
Aseguró que Gálvez, a pesar de haber crecido en una comunidad indígena, era “privilegiada”, y que tanto a ella como su familia les gustaba “presumir para los políticos” un supuesto interés en los sectores marginados.
“Ni vendía tamales, ni vendía gelatinas, ni vendía nada de lo que ella dice”, acusó Sansores en relación a los comentarios de López Obrador sobre la llegada de Gálvez al registro del Frente Amplio por México en bicicleta, haciendo alusión de que llegaba como si vendiera tamales.
“El machista de Palacio se burla de quienes hemos vendido tamales. Lo hice en mi niñez con la tía Manuela y no tendría problema en volver a hacerlo. Es una forma honesta de ganarse la vida y mucho mejor que dar atole con el dedo todas las mañanas”, respondió Gálvez a López Obrador.
¿Cuál es la historia de Xóchitl Gálvez con las gelatinas?
En su podcast Rebelde con Causa, lanzado el año pasado, dijo que durante su infancia, en una comunidad de Hidalgo, trabajó pelando pollos, además de que aprendió a hacer gelatinas con su mamá.
Xóchitl Galvez aseguró que su madre tuvo distintos trabajos para mantener a su familia, y a la par de las gelatinas vendió pasteles y tamales, además de que lavaba y planchaba ropa.
“Teníamos una olla de peltre, le dábamos vuelta con la grenetina. No había estufa de gas, era leña. Estabamos con la olla y mi papá nos decía ‘ya dejen sus chingadas gelatinas’, porque le molestaba el ruido que se hacía”, explicó.
Con el apoyo de uno de sus tíos, Gálvez dejó de vender las gelatinas y obtuvo una beca para poder estudiar la secundaria, donde comentó que desarrolló mucho gusto por leer, lo que le hizo comprender las problemáticas de su comunidad y emprender el activismo.
El machista de Palacio se burla de quienes hemos vendido #tamales. Lo hice en mi niñez con la tía Manuela y no tendría problema en volver a hacerlo.
— Xóchitl Gálvez Ruiz (@XochitlGalvez) July 8, 2023
Es una forma honesta de ganarse la vida y mucho mejor que dar atole con el dedo todas las mañanas.#XóchitlVa pic.twitter.com/P7QE2SnMBM