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Barrera de boyas en Texas: México y EU trabajarán en conjunto para intentar retirarlas

El Gobierno de México manifestó su preocupación porque la mayor parte de esas barrera de boyas en Texas se encuentran del lado mexicano.

El secretario de Estado de EU, Antony Blinken, junto a la canciller mexicana Alicia Bárcena, quienes trataron en conjunto el tema de las boyas en el Río Bravo. (Foto: EFE/EPA/JIM LO SCALZO) (JIM LO SCALZO/EFE)

La canciller mexicana, Alicia Bárcena, y el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, perfilaron este jueves la creación de un grupo de trabajo para tratar de retirar la barrera de boyas con sierras, que la gobernación de Texas ha instalado para frenar a los migrantes en el río Bravo que separa a ambos países.

En una rueda de prensa conjunta tras reunirse en el Departamento de Estado, en Washington, Bárcena dijo que en el Gobierno mexicano están “muy preocupados” por la instalación de esa frontera, dado que “la mayor parte de las boyas” están en territorio mexicano.

Pero también afirmó que están “agradecidos” con la Administración del presidente demócrata Joe Biden, por haber presentado una demanda en contra del gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, por dichas boyas.

“Creo que vamos a encontrar una solución. Me voy con un prospecto de mucha esperanza de que vamos a crear posiblemente un grupo de trabajo”, dijo Bárcena, para ver qué pasos seguir una vez se pronuncie la Justicia durante el próximo mes.

El líder de la diplomacia estadounidense dijo que el Gobierno de Estados Unidos cumple con “el Estado de Derecho” y que las acciones legales tomadas por el Departamento de Justicia buscan “retirar las boyas y evitar que se instalen otras boyas”.

“Debemos dejar que el proceso judicial siga su curso. Esta es la forma apropiada de proceder para un país que cumple con el Estado de derecho”, expresó Blinken.


La canciller ha enviado hasta ahora dos notas diplomáticas a Estados Unidos para quejarse por el cerco de boyas y alambre que ha colocado el gobernador de Texas para frenar a los migrantes en el río Bravo (río Grande en Estados Unidos), que separa a ambos países, donde el Gobierno mexicano ha denunciado la muerte de dos personas.

Nuevo centro migratorio en México

En su primera visita oficial a Estados Unidos, Bárcena también explicó que el centro migratorio que México abrirá en el sureste del país será “temporal”.

La canciller contó que servirá para atender a los migrantes venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses que se quedaron varados en territorio mexicano cuando Estados Unidos levantó el Título 42, la política de expulsiones usada durante la pandemia de COVID-19.

La instalación, que todavía no tiene fecha ni lugar de apertura, estará gestionada por Naciones Unidas y contará también con servicios consulares de Estados Unidos que evaluarán qué migrantes son elegibles para entrar en ese país.

Aquellos que no puedan ir a Estados Unidos, añadió Bárcena, tendrán opciones para ser “integrados” en México, dado que hay demanda de mano de obra en el sureste, aunque también podrán regresar a sus países de origen, con la única excepción de los haitianos por la grave crisis que atraviesa su nación.

Blinken viajará a México en octubre para una reunión de seguridad

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajará a México en octubre para una reunión sobre seguridad y tráfico de drogas entre ambos países, anunció la canciller mexicana, Alicia Bárcena.

“Vamos a tener esta reunión de seguridad en México y nos va a dar mucho gusto recibir al secretario Blinken el 5 de octubre o por ahí”, explicó la canciller.

Bárcena, en su primera visita oficial a Estados Unidos, dijo que presentó a Blinken un “proyecto” que está llevando a cabo a México para “monitorear digitalmente la entrada de precursores químicos” que luego se utilizan en el país para fabricar drogas sintéticas.

La canciller reconoció que algunos de estos químicos son utilizados para la industria de cosméticos pero otros van a negocios ilícitos, por lo que debe rastrearse su comercio.

Dijo que México es “muy consciente de la prioridad” que este tema supone para Estados Unidos, país que sufre una fuerte crisis de opioides sintéticos como el fentanilo.

Pero subrayó también que el tráfico de armas estadounidenses a México es “muy importante”, ya que se trata “del otro lado de la moneda” de la crisis de seguridad, ya que ese armamento acaba en manos del narcotráfico.

En ese sentido, aplaudió “los avances muy importantes” de Estados Unidos para controlar las 200,000 armas que entran cada año a México.

Al respecto, Blinken insistió que frenar el tráfico de fentanilo es una de sus mayores prioridades dado que esta sustancia “es la mayor causa de muerte de los estadounidenses de entre 18 y 49 años”.

El jefe de la diplomacia estadounidense dijo además que está “muy agradecido” con México por haberse sumado a la coalición global contra el fentanilo que Washington impulsó en julio junto a 85 países.

El fentanilo es un opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína que, según Estados Unidos, es fabricado mayormente por los cárteles mexicanos mediante precursores químicos adquiridos en China y luego traficado a territorio estadounidense.

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