El hombre asesinado a balazos la noche del viernes 8 de septiembre en la colonia Infonavit Humaya, de Culiacán, Sinaloa, fue identificado por sus familiares como Luis Javier Benítez Espinoza -alias ‘el 14′- quien era buscado la Agencia Para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El cuerpo de Benítez Espinoza fue localizado frente al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ubicado en el boulevard Enrique Cabrera de la ciudad de Culiacán. Según el reporte, al momento del ataque, el joven de 22 años tenía en su poder dos radios de comunicación.
De acuerdo con medios de comunicación locales, familiares identificaron a la víctima la tarde del sábado en las instalaciones de Servicio Médico Forense; posteriormente, con documentos en mano, hicieron el reclamo del cuerpo ante el ministerio público.
¿Quién es ‘el 14′?
De acuerdo con la DEA, Luis Javier Benítez era operador del Cártel de Sinaloa y ofrecía 1 millón de dólares por información que llevara a su detención.
Según la información del Departamento de Estado de Estados Unidos, al 14′ se le atribuye ser líder de una las células delictivas que traficaba fentanilo en forma de pastillas y polvo de México a EU; así como de ser un operador de Archivaldo Guzmán Salazar -hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán- desde 2022.
En septiembre de 2022, Luis Javier Benítez Espinoza, alias “El 14”, comenzó a negociar la venta de pastillas de fentanilo a un comprador en los Estados Unidos. Durante esas negociaciones, Benítez Espinoza dijo que trabajaba para “Los Chapitos”.
En diciembre de 2022, a cambio de transferencias electrónicas por un monto aproximado de 4 mil 600 dólares, Benítez Espinoza proporcionó aproximadamente 10 mil píldoras de fentanilo a ‘mulas’ que llevaron esas píldoras a San Diego, donde, aproximadamente en enero de 2023, las píldoras se proporcionaron a un comprador.
Las píldoras de fentanilo fueron posteriormente incautadas por la DEA.
En abril de 2023, un juez federal del Distrito Sur de Nueva York acusó a Luis Javier ‘B’ de participar en una conspiración para la importación y tráfico de fentanilo, posesión de armas de grueso calibre y dispositivos destructivos, así como de lavado de dinero.
Por estas acusaciones, la DEA ofrecía hasta un millón de dólares a quien otorgara información que concretara su arresto o localización para su condena.