La presentación de unos supuestos cuerpos ‘extraterrestres’ en Ciudad de México -primero ante legisladores en la sede del Congreso y luego frente a periodistas- ha desatado todo tipo de comentarios, incluidas burlas y desacreditaciones.
Voces científicas calificaron directamente el miércoles como un fraude a los supuestos cuerpos de “seres no humanos”.
El periodista y ufólogo mexicano José Jaime Maussan Maussan fue el maestro de ceremonias, tanto en la cámara parlamentaria como después con la prensa, al presentar dos cajas en las que, según dijo, había cuerpos “desecados” encontrados en Perú en 2017 que calificó de “seres no humanos que no son parte de nuestra evolución terrestre”.
Las figuras tenían el tamaño del esqueleto de un niño.
“Si el ADN nos está demostrando que no son seres humanos y que no hay nada que se parezca en el mundo a esto, así lo debemos de tomar; son seres no humanos, no les queremos decir extraterrestres porque no lo sabemos”, dijo el martes ante los legisladores mexicanos.
El hallazgo fue cuestionado ya desde su lugar de origen. Los supuestos cuerpos fueron encontrados en el desierto costero peruano de Nazca —conocido por unas enigmáticas figuras gigantescas talladas en la tierra—, pero nunca fueron presentados físicamente en Perú pese al intento de difusión de Maussan, que solo mostró fotos en una conferencia.
La Fiscalía peruana fue contundente en 2017 al concluir, con base en un informe realizado por el Instituto de Medicina Legal, que las figuras eran “muñecos manufacturados de data reciente, los cuales han sido cubiertos con una mezcla de papel y pegamento sintético para simular la presencia de piel”.
También precisó que “no son los restos de alienígenas ancestrales que han intentado presentar” y que “para elaborar la estructura interna de los muñecos se usaron huesos de animales que fueron modificados para generar una forma humanoide”.
Julieta Fierro no le cree a Maussan
Ahora, es también la universidad pública mexicana la que reacciona con escepticismo. Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, dijo que el asunto “no tiene ni pies ni cabeza” y como científica desconfió de alguien que ha dicho haber hablado con la Virgen de Guadalupe.
“Para la UNAM es muy triste esta situación”, agregó. “Hay intentos muy serios de la humanidad para buscar vida extraterrestre.”
En contraste, Maussan defiende que tienen mil años de antigüedad e, incluso, que fueron fechados por la Universidad Nacional Autónoma de México con la prueba de carbono 14.
El propio legislador que organizó la sesión en el Congreso se desmarcó de su veracidad. El diputado de Morena Sergio Gutiérrez Luna dejó claro que la Cámara ni avala ni niega las tesis planteadas, y solo pretende escuchar “todas las voces” dada la relevancia del tema.
La peculiar sesión parlamentaria —donde hubo testimonios de expertos de México, Estados Unidos, Japón o Brasil— tuvo lugar meses después de que una similar se desarrollara en Estados Unidos y generara muchas reacciones de controversia.
Un exfuncionario de inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense dijo que su país probablemente está al tanto de actividad “no humana” desde la década de 1930 y que el gobierno ha ocultado tal programa, algo que el Pentágono negó.
El estudio de objetos voladores misteriosos a menudo evoca conversaciones sobre extraterrestres, pero en Estados Unidos tanto desde el Partido Demócrata como desde el Republicano, los legisladores han presionado en los últimos años para que se realicen más investigaciones.
Argumentan que se trata de un asunto de seguridad nacional puesto que no han cesado los avistamientos de objetos inusuales que podrían estar vinculados con adversarios de Washington.
Expertos en aviación mexicanos también hablan de prestar más atención a fenómenos anómalos en el espacio aéreo por una cuestión de seguridad.