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‘Mi primera chamba’: ¿Cuáles son las mejores ciudades para trabajar en México?

El IMCO analizó a 66 ciudades para evaluar aspectos como tasa de homicidios, informalidad en los empleos y mejoras salariales.

Monterrey, Nuevo León, es una de las mejores ciudades para trabajar, según el IMCO. (Mónica Garza 73 / Shutterstock.com).

Año con año, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) publica el Índice de Competitividad Urbana, que tiene el objetivo de ubicar el desempeño de cada ciudad en nuestro país.

En 2023 se analizaron 69 indicadores en 66 ciudades, donde se concentra el 62 por ciento de la población total en México.

Uno de los aspectos que se evaluó fue la mejor ciudad para trabajar. Además, se ubicaron seis niveles de competitividad: muy alta, alta, media alta, media baja, baja y muy baja.

¿Cuáles son las mejores ciudades para trabajar, según el IMCO?

El IMCO ubicó a cinco ciudades al norte del país como las mejores para trabajar. Llama la atención que en el conteo no aparecen la Ciudad de México y Guadalajara, dos urbes económicamente importantes.


Las mejores ciudades para trabajar en México son: Monterrey, Nuevo León; Ciudad Juárez, en Chihuahua. Le sigue Mexicali, Baja California; Tijuana y Chihuahua.

El ingreso promedio de los empleados en las ciudades analizadas fue de 9 mil 458 pesos al mes. La ciudad con mejor remuneración por una jornada laboral de ocho horas es Los Cabos, en Baja California Sur, con un sueldo de 13 mil 899 pesos.

¿Qué otros hallazgos hay en el Índice de Competitividad Urbana del IMCO?

El IMCO encontró que en las ciudades mexicanas disminuyó la tasa de homicidios, de 33.4 a 33.1 por cada 100 mil habitantes, y el robo de vehículos, de 3.2 a 3 por cada mil vehículos registrados.

Las condiciones laborales en las ciudades mejoraron. La informalidad se redujo de 47.4 a 46.3 por ciento entre 2021 y 2022.


En cuanto a retrocesos, en todas las ciudades analizadas, al menos 60 por ciento de la población adulta percibe que hay prácticas de corrupción frecuentes.

Además, en las ciudades evaluadas una mujer recibe 17 por ciento menos ingresos que un hombre, una brecha mayor que el año anterior, cuando se ubicó en 16.6 por ciento.

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