El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que durante el actual proceso electoral se pueda dar un retroceso democrático ante el clima de violencia, como afirmó el Episcopado Mexicano en un comunicado difundido el fin de semana.
“No, no estoy de acuerdo en que vaya a haber retroceso democrático, pero lo respeto, y tienen todo el derecho de manifestarse”, dijo.
Se le resaltó que los católicos lo parafrasearon en torno a que “por el bien de México primero la democracia y el Estado de derecho”, algo con lo que sí dijo coincidir.
“Estoy de acuerdo en que por el bien de todos primero la democracia porque es por el bien de todos”.
En su comunicado, los obispos de México resaltaron que la democracia podría verse amenazada mediante la violencia criminal, por lo que se debe garantizar que las elecciones se desarrollen en paz y exista una amplia participación.
Además, que la renovación de cargos se dé con respeto a la pluralidad cultural “tal como se manifiesta en la sociedad civil organizada”.
De igual forma, enlistaron los principales problemas que ven, como seguridad, desigualdad social, crecimiento económico, insuficiente empleo formal y digno, cobertura y calidad educativa y de salud, migración así como la polarización social.
En la conferencia, el Presidente afirmó que el proceso electoral no podría propiciar un despeñadero.
“Acerca del relevo, sí, no hablemos de eso, pero no va a haber ningún problema, o sea, no veo ningún despeñadero, no veo ningún obstáculo, nada, nada; no veo un panorama gris, nada. Veo un futuro promisorio para México y su pueblo”.
Se le resaltó que el Instituto Nacional Electoral (INE) podría sancionarlo por las expresiones, pero resaltó que sólo expresa sus deseos.
“No estoy a favor de nadie, nada más es que veo que hay circunstancias muy favorables, inmejorables para que México siga avanzando”.
Acotó que existen elementos para estar optimistas, pero no detalló para no violar la ley electoral.
El lunes, el INE pidió al Presidente bajar una de sus conferencias por expresar que entregaría la banda presidencial a una “mujer llamada justicia”, y le hizo una advertencia de ya no hablar de temas electorales.