La construcción del Tren Maya ha afectado, al menos, 122 cuevas, reclamó el hidrólogo y miembro del colectivo Sélvame del Tren, Guillermo D’Christy.
A través de sus redes sociales, acusó que, hasta el momento, hay “más de 122 cuevas afectadas, destruidas o rellenadas”.
Además, el activista dijo que en la última cueva visitada, llamada Boox Balam, ya se ven piedras y maquinaria, aunque hace un año se podía bucear ahí.
En otras ocasiones, D’Christy ha denunciado los daños que está provocando la obra del Tren Maya en las cavernas de la zona.
Tan sólo a finales de enero, el hidrólogo compartió un video en el que se ven las perforaciones que se están llevando a cabo en el tramo 5, a pesar de una suspensión judicial que detuvo la construcción.
Con estas imágenes, el ecologista recordó que el gobierno se había comprometido a no afectar el sistema de cuevas en la zona.
“Se supone que íbamos a proteger este sistema de cavernas y cenotes, y la promesa fue que no se iban a tocar”, reclamó el activista.
Asimismo, D’Christy insistió en que sí están perforadas y se está inyectando concreto en las cavernas de la zona.
“Ya tenemos al menos 12 grandes perforaciones... Masificar turismo, masificar desarrollos inmobiliarios y pasar un tren por la selva es el peor ecocidio que se ha hecho en este lugar”, sostuvo.
Por otra parte, Gemma Santana, quien también es parte del colectivo Sélvame del Tren, se ha sumado a las críticas por la destrucción del sistema de cavernas.
Al respecto, ha señalado que “prometieron no perforar para proteger las cuevas y cenotes. Nos mintieron. ¿Qué necesidad de destruir? ¿De hacer todo mal? Ah sí, para robar”.
Estas obras ya han causado problemas en la región, toda vez que están generando que los ríos subterráneos de la zona se contaminen.
A esto se suma que los tubos no tienen recubrimiento, como ha señalado el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que el acero contamina los recursos hídricos.
También es necesario resaltar que, al continuar con estas obras, el gobierno cae en presunto desacato de una suspensión judicial que ordenó, a finales de enero, la suspensión de todos los trabajos en el tramo 5.