Nacional

‘Dame más gasolina’: Pemex importará más combustible ante altas demandas

Pese a que la refinería Dos Bocas operará en septiembre a su máxima capacidad, México seguirá enfrentando un déficit de combustible de aproximadamente 500 mil barriles diarios para satisfacer la demanda actual del mercado.

Valero Energy espera que la demanda de combustible crezca en México, incluso con la emblemática refinería de Dos Bocas a punto de aumentar la producción nacional y pese a que la candidata presidencial favorita propone un cambio hacia energías renovables.

La filial mexicana de la refinería con sede en Texas, ve la oportunidad de exportar más combustible al mercado nacional ya que México no puede satisfacer la demanda solo con la capacidad de refinación local, de acuerdo con el máximo ejecutivo local de la empresa.

“Incluso con la capacidad adicional de la nueva refinería de Dos Bocas, México no puede generar suficiente diésel, combustible para aviones y gasolina para satisfacer la demanda”, dijo Carlos García, director general de Valero México, en una entrevista el martes, al margen de un evento del Consejo de las Américas en Ciudad de México. “Siempre habrá necesidad de importar combustible a México“.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho de la “soberanía energética” un pilar de su legado, destinando miles de millones para aumentar la capacidad de refinación de la paraestatal Petróleos Mexicanos. Pemex estima que Dos Bocas — también conocida como la refinería Olmeca— producirá alrededor de 340 mil barriles diarios en septiembre, cuando empiece a operar a plena capacidad.

Incluso con el aumento de la oferta nacional, México seguirá enfrentando un déficit de combustible de aproximadamente 500 mil barriles diarios para satisfacer la demanda actual del mercado, que ronda 1.3 millones de barriles diarios, afirmó García. El directivo espera que la demanda siga creciendo entre dos y tres por ciento anual o más, a medida que las empresas estadounidenses aumenten sus operaciones con su vecino del sur, como parte de la tendencia del nearshoring.

“Pemex siempre tendrá la ventaja de jugar en casa, y produzca lo que produzca, lo venderá”, dijo García. “Donde queremos jugar es en el mercado de importación de México”.

Un portavoz de la empresa declinó hacer comentarios sobre cuánto planeaba Valero aumentar sus importaciones en México. Valero opera más de 260 gasolineras en 20 estados de México, y planea expandirse a medida que el mercado lo permita, dijo el portavoz.

Las operaciones de la refinería estadounidense en México y Perú aportaron alrededor de 6 mil 400 millones de dólares en ingresos el año pasado, aproximadamente 4 por ciento del total de la compañía para 2023, según su informe anual a los accionistas. Valero tiene previsto presentar sus resultados del primer trimestre el jueves, antes de la apertura de los mercados.

La política energética es uno de los temas clave en la campaña para reemplazar a López Obrador, que se acerca al final de su sexenio no renovable. La sucesora elegida por su partido, Claudia Sheinbaum, está desarrollando un plan para acelerar la transición hacia energías renovables en México.

Si Sheinbaum gana las elecciones de junio, propone destinar alrededor de 13 mil 600 millones de dólares en nuevos proyectos para impulsar la generación de energía verde sin dejar de agregar centrales de gas. También pretende empujar a la endeudada Pemex a adoptar tecnologías más limpias, como la extracción de litio, el hidrógeno y la infraestructura para vehículos eléctricos.

“La electromovilidad en México va a tener su lugar, especialmente en el transporte público”, dijo García en la entrevista. “Pero no veo que México tenga los recursos para electrificar todos los vehículos del país”.

García dice que México podría llegar a estimular un mayor uso de combustibles verdes más limpios, pero más caros, como el etanol o el diésel renovable (producido a partir de grasa animal y grasa de cocina) a través de incentivos fiscales o subsidios.

El Gobierno también enfrentará restricciones fiscales cuando asuma la próxima Administración. México enfrenta el mayor déficit presupuestario desde la década de 1980, a medida que AMLO aumenta el gasto durante los últimos meses en el cargo. Por lo tanto, la velocidad del cambio hacia energías renovables de Sheinbaum dependerá del lugar que ocupe entre otras prioridades de financiamiento.

“Cada país del mundo avanza a un ritmo diferente en su transición energética, porque se encuentran en una etapa diferente de su desarrollo”, dijo García. “México aún no ha llegado a ese punto, pero Sheinbaum quiere acelerarlo”.

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