En medio de paros laborales por la reforma al Poder Judicial, la cual es respaldada por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, aún prevalece un ambiente de desacuerdo entre los ciudadanos para elegir a jueces, ministros y magistrados por voto popular.
De acuerdo con la encuesta de El Financiero, lanzada este lunes 19 de agosto, el 54 por ciento de los encuestados afirmó estar a favor de que los jueces, ministros y magistrados se elijan con base en sus conocimientos, mientras que 42 por ciento optó por la elección directa por parte del pueblo.
El dato se vuelve importante debido a que se marcó una diferencia del 12 puntos, en comparación con los resultados de junio pasado, en donde la opinión estaba dividida, con 48 y 45 por ciento, donde dos tercios de entrevistados optaron por un nombramiento sin elecciones populares.
Al ser cuestionados si están a favor o en contra sobre la elección de jueces para la Suprema Corte de Justicia Nacional (SCJN), los datos de sondeo señalan que tuvo una aprobación del 66 por ciento en agosto, comparada con 57 por ciento en julio.
El estudio indica que el 54 por ciento de las personas dijo estar a favor de una reforma judicial y 24 por ciento se manifestó en contra; sin embargo, el 31 por ciento restante no tomo ninguna postura al respecto.
¿Qué cambios plantea la reforma al Poder Judicial en la SCJN y TEPFJ?
La proposición plantea la elección por voto popular de los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPFJ), de un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y, en general, de todos los jueces de distrito y magistrados de circuito del país.
En total, 1 mil 688 cargos se someterían a votación, de los que 21 serían a nivel nacional y el resto quedarían divididos por estados.
El TEPFJ, el cual está dividida en dos niveles: la Sala Superior y salas regionales, mantendría su número actual de magistrados, 7 y 18 respectivamente, pero su mandato se reduciría desde los nueve años que tienen en el presente hasta seis.
Mientras que para la SCJN, la propuesta prevé una reducción en la cantidad de ministros (integrantes) de la SCJN, que pasarían a ser nueve en lugar de los 11 actuales y cuyo cargo mantendrían por 12 años, tres menos que en la actualidad.
También eliminaría las dos salas que funcionan en el presente y la Corte solo sesionaría en pleno.
Para optar al puesto sería necesario ser mayor de 35 años, tener una década de antigüedad como abogado y no haber ocupado cargos el año previo a su elección.
En este sentido, no habría posibilidad de pensión vitalicia en caso de jubilación, como ahora, y la remuneración de los miembros de la Corte nunca podrá superar a la del jefe del Ejecutivo.
* Con información de EFE