La decisión de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de felicitar a Donald Trump horas después de su victoria en las elecciones presidenciales en Estados Unidos fue una “rectificación acertada” por parte de la mandataria, quien a diferencia de su mentor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no esperó a los resultados oficiales para extender un mensaje de reconocimiento.
El miércoles por la mañana, la presidenta había dicho que no reconocería la victoria de Trump hasta que no se publicaran los conteos oficiales, pero luego de ocho horas y media, la mandataria dio marcha atrás a sus declaraciones y mandó un mensaje al próximo presidente estadounidense a través de su cuenta de X.
“Expreso mi más sincera felicitación a Donald Trump, quien resultó ganador de la elección presidencial de los Estados Unidos de América. En nombre de México, nuestro reconocimiento al pueblo estadounidense por el ejercicio democrático en su jornada electoral. Estoy cierta de que vamos a continuar trabajando juntos de manera coordinada, con diálogo y respeto a nuestras soberanías, para avanzar en la amplia agenda bilateral que nos enlaza.”, publicó la mandataria en sus redes.
¿Por qué Sheinbaum cambió de opinión y felicitó a Trump?
A decir de Raymundo Riva Palacio, colaborador de El Financiero, Sheinbaum corrigió el camino y rectificó una decisión que “le iba a costar cara”, haciendo gala de una de sus mejores cualidades: “escuchar y cambiar decisiones aunque no le gusten”. Lo anterior, pese a que había replicado lo que expresidente López Obrador había hecho hace cuatro años con Joe Biden.
“Trump fue declarado ganador, no oficialmente pero con toda la evidencia del cómputo a la mano, cerca de las cinco de la mañana de ayer. Kamala Harris, la candidata demócrata que perdió la elección, le llamó al mediodía del miércoles para felicitarlo y por la tarde aceptó la derrota. El presidente Joe Biden también lo felicitó y lo invitó a la Casa Blanca para iniciar la transición. ¿Cómo podría esperar más Sheinbaum?”, apuntó el columnista.
Riva Palacio aplaudió la decisión de Sheinbaum de no seguir los pasos de López Obrador, quien tardó un mes en felicitar a su par estadounidense en las pasadas elecciones. En este sentido, destacó que presidentes y reyes, primeros ministros y jefes de gobierno de todo el mundo, también felicitaron a Trump por su triunfo.
Indicó que la felicitación es más un gesto que un compromiso y que “regatearla” con el argumento de que no es un resultado oficial se podría traducir como una muestra de desdén y enemistad. Por esta razón considera que el pronunciamiento de Sheinbaum fue un movimiento inteligente que servirá como acción preventiva para la relación compleja que viene entre ambas naciones.
“No era una buena manera de iniciar una relación con un líder misógino, hipermachista, soberbio y violento, que además ha probado ser rencoroso. Pero ante tantas felicitaciones, comenzando por Harris y Biden, la sensatez llegó a Palacio Nacional.”, reflexionó casi al final de su columna titulada ‘Rectificación acertada’.
Durante su ‘mañanera’ del miércoles, antes de la primera llamada entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump, la presidenta había enviado un mensaje de calma a los mexicanos en Estados Unidos y a los empresarios nacionales:
“A todas y a todos los mexicanos, no hay ningún motivo de preocupación. A nuestros paisanos y paisanas, a sus familiares que están aquí, a las empresarias y empresarios mexicanos, no hay motivo ninguno de preocupación. México siempre sale adelante, somos un país libre, independiente, soberano, y va a haber buena relación con Estados Unidos, estoy convencida de ello”, dijo.