Descendientes del conquistador español Hernán Cortés y del emperador azteca Moctezuma se reunieron este viernes en la Ciudad de México, en el cruce de Pino Suárez y República de El Salvador, en el marco del aniversario número 500 del primer encuentro entre sus antepasados.
La esperanza era que la reunión, efectuada en una iglesia colonial donde están enterrados los restos de Cortés, fuera mejor que la ocurrida hace 500 años.
Federico Acosta, un mexicano que rastrea su linaje 16 generaciones atrás a la hija de Moctezuma, compartió un fuerte abrazo con el italiano Ascanio Pignatelli.
"Quiero pedirte el perdón por todo el mal que pasó", dijo Pignatelli, descendiente de la hija de Cortés. "Necesitamos dejar el pasado en el pasado... hoy es un día para dejar el pasado y todo el mal que pasó".
Ante la pregunta de si México necesita una disculpa de España, Acosta respondió que no.
"Al final somos una familia", sostuvo el descendiente de Moctezuma.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, sigue pensando lo contrario.
"No dejo de pedir al rey de España y al papa Francisco, con humildad, que pidan perdón por los abusos que se cometieron durante la conquista y la dominación colonial", afirmó este viernes por la tarde en Yucatán, horas después del simbólico abrazo entre Acosta y Pignatelli.
Acosta está muy seguro de su linaje: hasta la década de 1930, su familia recibió una pensión otorgada por el Gobierno a los descendientes de Moctezuma.
Y la familia de Pignatelli había heredado uno de los títulos nobiliarios de Cortés, hasta que lo vendió.
Ambos estrecharon sus manos y dijeron que esperaban que el aniversario sirva para unir a la gente y no para dividirla.
⚡️ Así fue la reunión entre los descendientes de Moctezuma y Hernán Cortés en el centro de la Ciudad de México a 500 años del encuentro originalhttps://t.co/4SAAfap65H
— Twitter Moments en Español (@MomentsES) November 8, 2019
El 8 de noviembre de 1519, Cortés y sus 400 hombres fueron recibidos por Moctezuma en la entrada de Tenochtitlán, el nombre azteca con el que fue fundada la capital.
Moctezuma los acogió atentamente y les ofreció regalos con la esperanza de poder convencerlos de que se fueran.
Lo que no pensó es que sus regalos solo despertaron su avaricia. Los españoles irrumpieron en el palacio de Moctezuma, primero como invitados, luego como captores.
Los aztecas se cansaron de la pasividad de Moctezuma y expulsaron a Cortés de Tenochtitlán, pero el español se reagrupó y conquistó la ciudad en 1521.
El presidente López Obrador envió en marzo una carta en la que solicitaba una disculpa a España por el periodo de la conquista, durante el cual millones de indígenas murieron a causa de la violencia y las enfermedades.
Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores de España, rechazó en su momento que su país fuera a pedir perdón y, aunque el tema parecía haber quedado cerrado, este viernes el mandatario nacional lo reabrió con vistas al 2021, cuando se celebrará el quinto centenario de la caída de Tenochtitlán.
"No es ninguna ofensa", dijo López Obrador este viernes. "Al contrario, es que todos nos reconciliemos y que pidamos perdón por lo que se ha cometido de injusticias en otros tiempos para que así, reconciliados, veamos hacia el porvenir, hacia el futuro como hermanos que somos".
Acosta dijo sentirse orgulloso de la civilización que los aztecas o mexicas construyeron. "Teníamos orden, teníamos honor, teníamos todo", afirmó. "Si lo logramos recuperar, los mexicanos hemos probado que podemos ser los mejores en todo".
Incluso la policía presumió de raíces mexicanas al presentar a Dante, el primer perro policía Xoloscuintle, la raza autóctona mexicana de perros con muy poco pelo presente en el acto del viernes.
Pero más allá de nacionalismos, Acosta señaló que los conquistadores deben ser juzgados con los patrones de su tiempo y no bajo los estándares actuales.
"No es que había buenos y malos", declaró. "Eran las formas en que se hacían las cosas".