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A un año de la cancelación del NAIM: caos, saturación, litigios, costos...

El aeropuerto de Texcoco apuntaba a terminar con los problemas de saturación aeroportuaria de la Ciudad de México, pero hoy sólo es un cascarón que se ve desde los aires.

En un avión que da vueltas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) -donde el suelo se hunde y los baños apestan-puedes echar un vistazo al cascaron de un plan que pudo haber sido el fin del 'infierno' que significa para muchos volar desde y hacia la CDMX.

El presidente Andrés Manuel López Obrador echó atrás el plan hace un año en una medida que decepcionó a las aerolíneas, consternó a los viajeros frecuentes y sorprendió a los inversionistas.

Unos 5 mil millones de dólares ya se habían invertido en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). La estimación para terminarlo fue de otros 8 mil 300 millones de dólares más o menos... y eliminarlo acabará costando más de 9 mil millones de dólares.

López Obrador se defendió de desafíos legales, impulsados por líderes empresariales y activistas, que buscan revivir el NAIM. Sin embargo, el 17 de octubre se realizó la ceremonia del inicio de construcción de Santa Lucía.

"Este es un reflejo perfecto de cómo, cuando López Obrador decide algo, es una prioridad. Es casi imposible para él cambiar su forma de pensar", dijo Carlos Petersen, analista en Grupo Eurasia. "La cancelación del NAIM fue la primera vez que inversionistas tuvieron una oportunidad de ver cómo opera el presidente, y estamos viendo lo mismo con Santa Lucía".

En la base aérea militar de Santa Lucía es donde López Obrador ordenó la construcción de dos pistas comerciales por alrededor de 4 mil millones de dólares. La Secretaría de la Defensa Nacional está a cargo y ha mantenido el proyecto como clasificado al guardar en secreto los detalles sobre los contratos, la viabilidad y los estudios de impacto ambiental.

Esto se asemeja a otro proyecto que el presidente de México está llevando a cabo: el Tren Maya, del cual no se ha revelado cómo el Gobierno llegó a la estimación de 7 mil 400 millones de dólares para su construcción y desestimando las críticas de que el esfuerzo no es viable.

López Obrador ha prometido que toda la información sobre Santa Lucía se hará pública algún día: "No tenemos nada que ocultar. No somos como los conservadores ". Sus críticos no necesariamente le creen y sostienen que la transparencia llegará demasiado tarde. Hace poco, un juez permitió la construcción en Santa Lucía mientras los tribunales consideran más de 100 demandas en su contra. Si la base aérea militar opera como un aeropuerto comercial, que el presidente insiste en que sucederá en 2022, no reemplazará a Benito Juárez, aunque debería aliviar la presión de un puerto aéreo saturado.

La única certeza en el debate es que el Aeropuerto Internacional Benito Juárez es un desastre congestionado que la gente desearía poder evitar. Los aterrizajes cancelados debido a embotellamientos en la pista se dispararon 84 por ciento en los primeros cinco meses del año; los pasajeros pueden sentarse durante horas en los aviones que esperan una puerta para desembarcar.

El desarrollo urbano de la capital impide significativamente la expansión del AICM. Probablemente no haya mucho dinero para mejorar el lugar de todos modos, teniendo en cuenta que los ingresos generados en las instalaciones de casi 90 años se están desviando para pagar algunos costos de cancelación del NAIM.

El expresidente Enrique Peña Nieto inició el proyecto de reemplazo del AICM: un aeropuerto futurista en forma de X diseñado por las firmas del arquitecto británico Norman Foster y del mexicano Fernando Romero, yerno de Carlos Slim. La financiación provino de bonos, una línea de crédito y la venta de acciones en Fibra E, un híbrido de una sociedad limitada y un fideicomiso de inversión inmobiliaria.

Para cancelarlo, con un financiamiento del 70 por ciento completado y una construcción realizada de aproximadamente un tercio del total de la obra, la administración de López Obrador tuvo que comprar la deuda de los tenedores de bonos y pagar para liquidar cientos de contratos anulados.

Slim, la persona más rica de México, era un inversor importante y su empresa de construcción tenía el contrato principal. Su portavoz, Arturo Elias Ayub, declinó hacer comentarios.

El costo por terminar con el NAIM lo vale, según el presidente López Obrador. El aeropuerto de Texcoco estaba plagado de acuerdos demasiado generosos para desarrolladores e inversores, comentó recientemente. "Fue un proyecto muy caro y faraónico con intereses particulares detrás de él".

Como persona que vuela en líneas comerciales y en clase económica, López Obrador sabe lo impopular que es su decisión de cancelar el NAIM con muchos de sus electores. Lo supo hace dos días cuando un piloto de Aeroméxico lo recibió a bordo por el altavoz y agregó: "Ojalá pudiéramos convencerlo de construir el aeropuerto de Texcoco. Si no es posible, bueno, ¿qué se le va a hacer? ". Los pasajeros respondieron con risas y aplausos. López Obrador estrechó la mano del piloto cuando salió del vuelo y simplemente dijo "¡Santa Lucía!".

El aeropuerto de Texcoco definitivamente no estuvo exento de controversia. Se estaba construyendo en un área pantanosa en una región propensa a terremotos. Además, la ejecución del plan ya era tardía. Pero sus partidarios lo ven como la mejor apuesta.

El principal grupo luchando por restaurarlo y detener a Santa Lucía es #NoMasDerroches. Entre sus miembros se encuentra Coparmex, que representa a 36 mil, y más de una docena de organizaciones sin fines de lucro, entre ellas Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. El líder de la coalición es Claudio X. González, hijo del expresidente de Kimberly-Clark de México.

"No nos mueve la política. Simplemente creemos que la decisión del presidente de cancelar Texcoco y construir Santa Lucía está legal y financieramente injustificada ", dijo Gerardo Carrasco, un portavoz del colectivo. "Es un desperdicio de recursos públicos".

Hay preocupaciones más urgentes, según Mitre, que realizó trabajos de consultoría en el aeropuerto de Texcoco. Agregar pistas comerciales en la base militar mientras se mantiene abierto el AICM pondría a los aviones peligrosamente cerca mientras vuelan en la misma puerta de entrada en el aire, concluyó el Centro Mitre para el Desarrollo Avanzado de Sistemas de Aviación.

López Obrador dijo que sus propios consultores no están de acuerdo. Mientras tanto, en el AICM, las condiciones son tan sombrías como siempre.

La senadora Martha Micher, de Morena, publicó en Twitter al respecto el mes pasado. "Hemos aterrizado, pero fuimos detenidos porque no podemos obtener una puerta, hemos estado esperando por más de 15 minutos. Increíble, ¿no?", comentó. El mensaje provocó una avalancha de respuestas. "'¡Increíble! ", dijo una persona. "Tal vez necesitamos el aeropuerto que cancelaste".

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