El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que se respetarán las concesiones mineras, no se revocarán, subrayó; sin embargo, ya no se otorgarán más.
En conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, dijo que los únicos requisitos son: que las empresas mineras, en particular las canadienses, lleven a cabo una explotación limpia, que se pague bien a los mineros, que se cubra la misma cantidad de impuestos que erogan allá en Canadá y, sobre todo, que no contaminen.
Dijo que las concesiones que entregaron en los últimos 36 años los gobiernos pasados fueron del orden de 40 a 50 millones de hectáreas, y el país tiene 200 millones de hectáreas, es decir, 30 por ciento del territorio nacional, y "no se lo acabarían ni en mil años".
Detalló que solo en la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa se entregaron 20 millones de hectáreas para la explotación minera a un puñado de empresas, mientras que el exmandatario Lázaro Cárdenas entregó a un millón de familias campesinas 18 millones de hectáreas para conformar ejidos entre 1934 a 1940.
Destacó que "es urgente atender todo el tiradero, el desbarajuste que dejaron tanto en Pemex como en la Comisión Federal de Electricidad (CFE)", desde donde se le está dando atención especial a la revisión de los contratos que se suscribieron para la instalación de gasoductos en el país.
Indicó que dichos contratos se otorgaron con la complicidad de servidores públicos y de consejeros de órganos autónomos, y en donde hubo al menos omisión por parte de quien fuera titular de la CFE en la pasada administración, Enrique Ochoa Reza, ya que son contratos muy favorables a los particulares y dañinos para el interés general.
López Obrador manifestó que se trata de miles de millones de pesos, por lo que se regularizará dicha situación, ya se está hablando con las empresas buscando también que se concluyan las obras, ya que además se están aplicando multas al gobierno federal.
Agregó que se paga mucho dinero, que son recursos del presupuesto, para cubrir esas multas, y se dice que hay inconformidades por donde pasan los gasoductos, además de que aún no se sabe "a ciencia cierta" si esas molestias están siendo promovidas por las propias empresas.
Puntualizó que personalmente está analizando este tema con el director de CFE, Manuel Bartlett, puesto que es mucho dinero el que se comprometió, lo que impide que la CFE pueda salir adelante como empresa productiva.
El Ejecutivo federal agregó que existen otros asuntos como "el de la planta de fertilizantes que también tienen que ver con Pemex, estamos hablando de una planta, de una inversión con deuda pública por alrededor de mil millones de dólares y no está produciendo porque compraron unas instalaciones chatarra".
El mandatario expuso: "Nosotros estamos a favor de las libertades y yo no me opongo a que se manifiesten todas las ideas, inclusive las posturas religiosas".
Precisó que este es un Estado laico, "pero que haya libertades también en medios para que todas las creencias se expresen, porque siento, esto es muy personal, que no perjudica que tengan posibilidad de expresarse, de hacerlo libremente, si hay, desde luego, técnicamente posibilidades y si se considera que podría reformarse la ley, tendría que hablarse sobre eso, y hablo de creyentes y de no creyentes".