CIUDAD DE MÉXICO.- Desde el Penal Femenil de Santa Martha Acatitla, donde está recluida desde el 12 de abril, Lilia Angélica López Negrete hizo escuchar su voz al llamar al celular de su padre, quien acudió a una entrevista radiofónica: "Yo quiero salir con la frente en alto y decir soy inocente, estoy libre y estoy con mi familia".
La joven de 21 años habla esperanzada, luego de que el sociólogo de la UAEM, Óscar Álvaro Montes de Oca, se sumó el domingo a la campaña para exigir su liberación. A esto se añade que visitadores de la CNDH y de la CDHDF acudieron ayer al penal para investigar si sus derechos fueron violados.
Pero la promesa más importante es la de la procuradora General de la República, Arely Gómez, quien llamó al padre de Angye, Jorge López, para informarle que revisará su caso y que se reunirá con él en las próximas horas. "Me dijo que ya había llegado a ella el caso, que iba a echarle velocidad para estudiarlo y que confiáramos en ella", aseguró el profesor de Educación Física.
Afuera del penal, Jorge López destacó los sueños de su hija:
Desde los 14 años quiso ser bailarina profesional, por ello ingresó al curso Iniciación en Danza Contemporánea, en la Escuela de Iniciación Artística 4 del INBA.
Con ese objetivo, Angye aceptó la invitación que le hizo un profesor, Alex Avendaño, para acudir a un casting en Pereira, Colombia. Los gastos los pagó una agencia de nombre "Midnight", a la que pertenece el profesor. La joven, entonces de 20 años, viajó el 24 de diciembre y programó su regreso el 2 de enero. Pero no pasó la prueba y por ello adelantó su viaje para el 31 de diciembre. Quería sorprender a sus padres en la fiesta de Año Nuevo.
"Cuando llego aquí mi maleta demoró mucho, hasta que salen y me dicen que es sospechosa y me llevan a un cuarto de la aduana. El chico que estaba en rayos X me dice que debe de llevar mi maleta a una revisión, a lo que yo accedí, ahí todo el tiempo me dijeron que era un simple trámite, pero me tenían esposada y volteada a la pared, mientras la revisaban", contó Angye.
La maleta, negra y con ruedas, fue comprada por la estudiante de danza durante su viaje, pues la que llevaba originalmente se le dañó, según explicó su padre. La noche del 31, la joven fue llevada a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada y no le permitieron llamar a sus familiares ni contactar a un abogado.
Angye fue acusada de introducción de drogas al país y delincuencia organizada y por ello fue trasladada al Penal de Nayarit. Permaneció incomunicada hasta el 12 de abril cuando, finalmente, fue trasladada al Penal de Santa Martha Acatitla.
"Todo estuvo chueco desde que empezó, con la detención, faltaba un juez, todo estuvo mal", narra su padre.
Dentro del penal, Angye no para de danzar: se integró al grupo del productor Arturo Morell para montar la obra Don Quijote y ofreció dar clases mientras espera que a ella le pase lo mismo que a Óscar: recuperar su libertad con la frente en alto.