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GUADALAJARA.- Personal de la Fiscalía General de Jalisco aseguró una finca en Tonalá, que era utilizada como casa de seguridad de la delincuencia organizada, dentro se han asegurado los cadáveres de cuatro hombres y una mujer. Además, se detectaron cinco envoltorios plásticos con restos humanos.
Personal forense, apoyado con equipo constructivo especializado, inició los trabajos de extracción de los cadáveres, que de forma preliminar suman 10. Se prevé que este martes continúen las revisiones en la casa, ante la eventualidad de más cadáveres inhumados.
La investigación se desprende luego del hallazgo realizado por policías federales, que atendieron un llamado ciudadano que alertaba de una persona armada que trató de ocultarse en la finca de la calle Reforma en la colonia Santa Cruz de Las Huertas, y escapó por la parte trasera.
El lugar es conocido como 'la granja', donde encontraron los cuerpos entre ropa apilada. Al revisar en los jardines del sitio se dio cuenta de varios montículos de tierra que son revisados con perros adiestrados.
Los cuerpos de los fallecidos tenían aros aprehensores de metal, y aparentan entre 35 y 40 años de edad; a simple vista no presentan impactos por arma de fuego, aunque sus rostros fueron cubiertos con cinta en color plata.
La finca tiene una extensión de mil 200 metros cuadrados, y cuenta con áreas de recreación, varias habitaciones y jardines.
Otras casas aseguradas
En lo que va del año se han detectado 10 casas de seguridad en el Área Metropolitana contando ésta última: en las colonias Olímpica, Oblatos e Insurgentes de Guadalajara; en La Estancia, El Colli Urbano y el Campanario en Zapopan; mientras que en Tlajomulco de Zúñiga, los hallazgos se registraron en las colonias La Coladera y El Paraiso, además del fraccionamiento El Pacífico, en el Salto.
En siete de estas fincas se rescataron personas con vida, que llevaban varios días privadas de su libertad, y también se registraron inhumaciones clandestinas.
En lo que va del año se han asegurado más de 120 cuerpos en fosas clandestinas y en lechos de ríos; en éstos últimos casos, los sicarios revistieron los cadáveres con cemento y material de construcción con la ostensible intención de que permanecieran hundidos bajo el agua.
El fiscal de Jalisco, Gerardo Octavio Solís, ha señalado que no descarta la localización de más casas de seguridad en el estado, con personas privadas de la libertad, y reconoce como origen del fenómeno a las pugnas del crimen organizado.
De acuerdo a expedientes judiciales, abiertos por los hechos, y con declaraciones de individuos implicados, todo se debe a las confrontaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación, (CJNG), contra su escisión, denominada la Nueva Plaza, y la intervención de grupos delictivos ligados al Cártel de Sinaloa.