Este 2 de junio se celebran elecciones para elegir gobernador en Baja California y durante los últimos 30 años el Partido Acción Nacional (PAN) ha conservado la entidad. Sin embargo, la 'ola morenista' busca arrebatar el primer gran símbolo del blanquiazul.
En 1989, el PAN ganó por primera vez en su historia una gubernatura, la de Baja California, mediante la candidatura de Ernesto Ruffo Appel, quien fue el primer gobernador de la entidad que no emanó del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ruffo Appel ganó con más del 52 por ciento de los votos hace tres décadas.
Para el siguiente periodo electoral, en 1995, se impuso nuevamente el PAN, de la mano de Héctor Terán Terán, con el 49 por ciento de los sufragios. Seis años más tarde, en las elecciones de 2001, el vencedor fue Eugenio Elorduy Whalter y con ello se extendía el dominio panista en el estado.
Para 2007, asumió el cargo de gobernador el panista José Guadalupe Osuna Millán, que venció en los comicios al priista Jorge Hank Rhon.
El Gobierno de Osuna Millán fue turbulento por los altos índices de violencia que se registraron en la entidad desde 2008.
En el 2013, el PAN se volvió a imponer en Baja California con Francisco Arturo Vega de Lamadrid, que quedó por encima del candidato del PRI, Fernando Castro Trenti. Esta ha sido la contienda más cerrada para el PAN desde que se impuso en 1989.
Las elecciones de este 2 de junio serán las primeras desde el 1 de julio de 2018, cuando el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, obtuvo más de 53 por ciento de los votos, en contraste con el 22 por ciento conseguido por Ricardo Anaya, candidato de PAN-PRD-MC.
Morena no sólo se llevó la candidatura presidencial, sino la mayoría tanto en Senado como en Cámara de Diputados.
"La ola del primero de julio pasado todavía esta muy fuerte, la ola Morena", dijo a Reuters Mario Delgado, líder de Morena en la Cámara de Diputados.
Para este 2 de junio, la disputa será más cerrada debido a esta ola. Jaime Bonilla Valdez, según la encuesta de Buendía & Laredo del 23 de abril -publicada en El Heraldo-, se mantiene en primer lugar con 41 por ciento de las preferencias electorales, y abajo está el panista Óscar Vega Marín con 16 por ciento.
El panorama en el estado preocupa a los empresarios debido a que el gobierno actual pretende reestructurar la deuda en la entidad para dar paso a dos obras: una desalinizadora en el municipio de Playas de Rosarito y un segundo piso que conectaría al aeropuerto de Tijuana con un distribuidor vial hacia distintos puntos este municipio.
Aceptar estas obras implicaría una deuda de más de 12 mil millones de pesos, de acuerdo con Adolfo Solís Farías, asesor del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana.
Además de estas obras, hay preocupación por las deudas con el sector educativo, en particular en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). A esto se suma la crisis en salud.
El próximo gobierno estatal tendrá que enfrentar un obstáculo más: el aumento de la violencia.
El 29 de marzo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) estableció que el periodo de Gobierno será de dos años.
Esto tras revocar la sentencia del Tribunal Electoral de Baja California, la cual establecía que la duración fuera de seis años y no de dos.
La reforma electoral de 2014 establecía un periodo de 2 años para empatar las elecciones locales con las federales.