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Bulimia y anorexia se disparan 300%, alertan diputados del PT a la Secretaría de Salud

En México hay 22 mil casos anuales de trastornos alimenticios, principalmente en jóvenes de entre 13 y 18 años de edad, indicó la legisladora petista Ana Laura Bernal Camarena.

La bulimia y la anorexia se dispararon en un 300 por ciento en el país, alertó el grupo parlamentario del PT en la Cámara de Diputados, por lo que urgió a la Secretaría de Salud que genere una política pública nacional, que prevenga y elimine desórdenes y trastornos en niñas, niños y adolescentes.

En México hay 22 mil casos anuales de trastornos alimenticios, principalmente en jóvenes de entre 13 y 18 años de edad, advirtió la bancada petista, por conducto de la diputada Ana Laura Bernal Camarena, a la Comisión de Salud, en el Palacio Legislativo.

"Destacan la anorexia nerviosa, la bulimia y comer compulsivamente, (y estos trastornos) afectan más a las mujeres que a los varones, en proporción de nueve a uno. Hasta 10 por ciento de las mexicanas tiene algún grado de trastorno en su conducta alimentaria y el uno por ciento tendrá afectaciones severas", indicó la legisladora.

Señaló que "estas perturbaciones tienen la mayor tasa de mortalidad que cualquier enfermedad mental; se calcula que el 10 por ciento de los jóvenes con anorexia y el 17 por ciento con bulimia han intentado suicidarse".

"Los factores detonantes son la presión social, los medios de comunicación y las redes sociales que muestran a personas extremadamente delgadas como sinónimo de éxito y fama, lo que incide en el comportamiento de adolescentes y jóvenes", añadió en un Punto de Acuerdo que analizará la Comisión de Salud.

Mencionó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la anorexia y la bulimia como "trastornos mentales y del comportamiento que derivan en procesos depresivos, por falta de autocontrol".

"Los focos de alerta son: comer descontroladamente, hacer dietas rigurosas, provocarse vómitos, abuso de laxantes y diuréticos, problemas con la dentadura, depresiones detectables, ir al baño después de comer, menstruaciones irregulares y preocupación exagerada por el peso".

"Es un problema complejo que requiere de un tratamiento multidisciplinario, de una política pública que responda a esta realidad y considere incorporar una campaña que brinde mayor información a padres y educadores pero, sobre todo, que existan centros de atención y prevención que ofrezcan este servicio a este grave, silencioso y creciente problema", añadió.

La diputada, integrante de la Comisión de Juventud y Diversidad Sexual, resaltó que "las señales inician desde la infancia, cuando la niña o el niño comienza a preocuparse por su físico, su peso y lo manifiesta en el entorno cercano. La falta de comunicación siempre impide su detección".

Puntualizó que estos problemas requieren la atención de instituciones educativas y padres de familia. Además, es necesario que el nutriólogo verifique en menores de edad, el peso, talla, estatura, los grupos de comida y, en su caso, la observación y seguimiento de afectaciones por trastornos alimenticios.

En ese sentido, urgió a generar "una estrategia nacional preventiva, que en corto plazo contenga el problema y a largo plazo, lo elimine. La depresión que causa la anorexia y bulimia pone en riesgo a muchas personas, principalmente a los menores, pues tiene costos sociales y económicos fuertes", finalizó.

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