El empresario Ángelo Calcaterra, primo del presidente de Argentina, Mauricio Macri, confesó ante la justicia que pagó sobornos durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández para obtener contratos de obra pública.
En un afán de victimizarse, el primo de Macri dijo ante el juez que, cuando fue dueño de IECSA, una empresa constructora que antes perteneció al presidente, los funcionarios kirchneristas lo presionaron para que pagara sobornos que financiaron la campaña legislativa del kirchnerismo en 2013 y la presidencial de 2015.
Si no lo hacía, aseguró, el gobierno lo amenazaba con no pagarle las obras públicas que su empresa ya había realizado o que estaban en pleno proceso.
Juan Carlos de Goycoechea, exdirector general de Isolux en Argentina, uno de los dos principales mercados del grupo español de ingeniería, también reconoció haber pagado sobornos al gobierno de la familia Kirchner para conseguir obras por más de 650 millones de dólares.
Después de declarar por propia voluntad, Calcaterra y Goycoechea se convirtieron en imputados "arrepentidos", lo que los obliga a dar información a cambio de reducir su condena.