CIUDAD DE MÉXICO.- Antes de que policías de Iguala y Cocula, Guerrero, agredieran a normalistas de Ayotzinapa, éstos, cubiertos del rostro y armados con piedras, robaron autobuses, agredieron a los operadores y los privaron de su libertad.
Los choferes de los camiones iniciaron denuncias penales contra los normalistas, pero a más de un año las indagatorias "están congeladas por órdenes superiores", confiaron autoridades de la Fiscalía General de Guerrero.
En su versión, los normalistas dijeron haber llegado a la terminal de autobuses de Chilpancingo, haber dialogado con los conductores y haberlos convencido de que los llevaran a sus actividades en Iguala.
Dicha versión es completamente distinta a la de los choferes, quienes aseguraron haber sido interceptados en la carretera y haber sido obligados a llevarlos a Iguala.
Ismael Sánchez Hernández, chofer de la empresa Costa Line, acusó que al negarse a la petición de los normalistas de llevarlos, éstos lo agredieron y se lo llevaron privado de la libertad.
En su declaración, cuya copia tiene El Financiero, dijo que no le permitieron conducir la unidad Volvo 2014, placas 227HY-9, número económico 2510, propiedad de la empresa Costa Line, y todo el camino lo llevaron tirado en pasillo de la unidad.
"Me gritaban que les entregara la llave y cuando les dije que no las tenía, me cargaron entre varios, me bolsearon el pantalón encontrándome la llave, con ella abrieron la puerta del autobús me metieron y me llevaron a la parte de atrás y me dejaron caer en el pasillo, sin que me permitieran levantarme.
"Me di cuenta que abordaron el camión como 36 gentes, esos individuos empezaron a manejar el autobús de fea manera porque se jaloneaba, pero como pudo lo sacó de la terminal, en donde se apoderaron de otro autobús con número económico 2012", dijo Sánchez Hernández.
Explicó que en el autobús y en las mismas condiciones que a él subieron a otro chofer, que luego se supo responde al nombre de Hugo Benigno Castro Santos, y quien no permitió que se usaran la unidad que tenían asignada.
Agregó que cuando empezó la balacera los jóvenes bajaron de inmediato, lo que le facilitó su libertad: "Los individuos que me desapoderaron del autobús gritaban como locos que ya habían matado a dos de sus compañeros y que otro estaba herido. Al escuchar esto la balacera se calmó un poco, los estudiantes de Ayotzinapa se mantenían gritando, luego me di cuenta que la policía se retiró y como los ayotzinapos se regaron, logré baja del autobús", narró.
Por ello, el operador presentó formal contra los estudiantes de Ayotzinapa "por el delito de privación ilegal de la libertad personal y lo que resulte en mi agravio, así como robo de vehículo en agravio de la empresa Costa Line".
También denunció a los estudiantes el conductor Alejandro Romero Bustos, de la empresa Estrella Roja del Sur, quien aseguró que en su caso fue sorprendido en la carretera Chilpancingo-Iguala.