VERACRUZ, Ver.- El cuerpo de Alfredo, soldado en funciones de Guardia Nacional asesinado en Culiacán, Sinaloa, llegó este sábado a Veracruz, estado de donde era originario.
En una colonia popular del puerto de Veracruz se observan los camiones y otros vehículos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en una casa se escuchan los llantos de dolor de una madre que perdió a su hijo.
"Es un héroe", aseguró entre sollozos una de sus vecinas que lo conoció desde pequeño. Contó que Alfredo le tenía miedo a las inyecciones siendo un niño y como, ya siendo soldado, visitaba constantemente a sus abuelos.
En el interior de la casa que lo vio crecer seis uniformados hicieron guardia junto al féretro. Afuera, los militares adornaron sus mangas con moños negros en señal de luto.
"Éramos hermanos de armas, tenemos el mismo color de piel", expresó un soldado mientra apunta hacia su uniforme de camuflaje verde olivo.
A pesar de los cientos de kilómetros que separan a Veracruz de Sinaloa, el temor es inegable entre los presentes, civiles y militares, Ovidio Guzmán, el hijo del Chapo, está libre y la inseguridad y violencia de la delincuencia organizada cobró la vida de un mexicano más.
Alfredo fue una de las ocho personas que perdieron la vida por los enfrentamientos entre elementos del Ejército y comando armados en Culiacán. El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, dijo que por estos eventos también murieron cinco agresores, un civil y un interno del penal de Aguaruto.
La violencia en la capital de Sinaloa se desató después de un operativo de las fuerzas federales en contra de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, sobre quien pesa una orden de aprehensión con fines de extradición.
El gabinete de seguridad federal determinó dejarlo en libertad debido a los enfrentamientos registrados en Culiacán, con el fin de salvaguardar la vida de los ciudadanos de esa ciudad.