Sin sueldo e incluso pagando derecho de piso por laborar, así es como trabajan algunos despachadores de las estaciones de servicio que surten combustible en la Ciudad de México.
Un recorrido realizado por El Financiero en 20 gasolineras de diferentes marcas reveló que algunos empleados deben desembolsar diariamente cerca del 50 por ciento de lo que reciben al día de parte de automovilistas para conservar su lugar en alguna de las bombas despachadoras de marcas como Repsol o G500.
Las cuotas oscilan entre 260 y 400 pesos diarios.
Lourdes es uno de estos casos. La madre de familia de la Ciudad de México y empleada de una gasolinera Repsol debe pagar 260 pesos al día por laborar siete horas en una de las bombas. Este monto es equivalente a cerca del 50 por ciento de los ingresos que obtiene a diario, asegura.
En un día común puede recibir de los automovilistas entre 250 y 300 pesos 'libres'. "Creemos que es injusto el pago, pero es un negocio generoso", reconoció.
Aunque Lourdes, cuyo nombre ha sido cambiado a petición de la trabajadora, obtiene entre dos y tres salarios mínimos al mes, estos provienen únicamente de las propinas, ya que la empresa para la que labora no le da una remuneración.
Como ella, cerca del 90 por ciento de los 12 mil despachadores de gasolina de la Ciudad de México tampoco cuentan con un salario base y sus ingresos dependen de los automovilistas, según cálculos del Sindicato de Trabajadores de Casas Comerciales, Oficinas y Expendios, Similares y Conexos de la Ciudad de México (STRACC).
"De estos 12 mil (despachadores) todos tienen un sindicato; pero, de esos 12 mil, solo mil gozan de todas las prestaciones", estimó Salvador Arellano, líder del STRACC.
En México, los despachadores de gasolina son parte del 6.4 por ciento de los 3.5 millones de personas que tienen una ocupación pero que no reciben remuneración, según la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
A la cantidad diaria que deben desembolsar se suma la no afiliación al seguro social y la ausencia de sueldo en algunos casos. "El trato no es igual", aseguró uno de los despachadores de G500, cuyo ingreso depende de las propinas y que tras dos años trabajando aún no cuenta con afiliación al IMSS.
"Pagamos entre 300 y 400 pesos todos los días", contó otro despachador de la marca G500, ubicada al sur de la Ciudad de México, que pidió no ser citado por su nombre. Un exempleado de una estación de la misma marca confirmó la práctica, aunque a él, explicó, le era requerida una cantidad menor: de 400 pesos mensuales.
Los empleados del grupo Petro Seven cuentan con afiliación al IMSS, pero no gozan de un salario base e incluso deben costear su material de trabajo para atender a los clientes, señalaron despachadores que pidieron no ser nombrados.
"Tú tienes que comprar desde el calzado, que sea antiderrapante, el overol, los calibradores, todo el equipo que tú necesites, las herramientas para trabajar van a costa también del trabajador", explicó Arellano.
El oficio de despachador no es un práctica que sólo prevalezca en México. Aunque algunos países como Australia y Alemania cuentan casi al 100 por ciento con estaciones para carga automática, naciones como Brasil, Turquía, China e India siguen empleando a personas dentro de estas actividades. En tanto, otros lugares como Japón, España y Argentina han comenzado a migrar a estaciones de autoservicio, pero aún mantienen un esquema mixto.
Empresas rechazan estas prácticas
Repsol rechazó la existencia de estas prácticas dentro de sus sucursales y explicó que las estaciones de esta marca son propiedad de distintos empresarios gasolineros.
"Bajo este esquema contractual, Repsol no puede interferir de manera legal en la relación de los empresarios con sus trabajadores", dijo la empresa a El Financiero vía escrita.
El caso de G500 es similar. La empresa explicó que la relación laboral es establecida por cada estación de servicio. "G500 tendría cero tolerancia hacia quien viole la normatividad en caso de que así lo acredite una autoridad competente", comentó por correo electrónico.