CIUDAD DE MÉXICO.- La Cámara de Diputados aprobó, con cambios, el dictamen de la iniciativa que el Ejecutivo para transformar al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en la Secretaría de Cultura y lo turnó al Senado para su análisis.
El documento fue avalado en lo general con 426 votos a favor, cero en contra y una abstención, tanto que en lo particular se avaló con 369 votos a favor, 26 en contra y una abstención, con lo que se reforman la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, así como otras leyes, y en sus artículos transitorios se precisa que el Conaculta se transforma en la Secretaría de Cultura.
Por lo tanto, todos sus bienes y recursos materiales, financieros y humanos se transferirán a la mencionada Secretaría, junto con los expedientes, archivos, acervos y demás documentación, en cualquier formato, que se encuentre bajo su resguardo.
Actualmente, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal sienta las bases para que sea la Secretaría de Educación Pública (SEP) a la que corresponde el despacho de los asuntos en materia educativa y cultural.
A partir de la entrada en vigor del nuevo ordenamiento, las menciones contenidas en leyes, reglamentos y disposiciones de cualquier naturaleza, respecto del Conaculta, se entenderán referidas a la Secretaría de Cultura.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia figuran como órganos administrativos desconcentrados de la Secretaría de Cultura.
Los órganos administrativos desconcentrados denominados Radio Educación e Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, se adscribirán a la nueva dependencia y mantendrán su naturaleza jurídica.
Los derechos laborales de los trabajadores que presten sus servicios en el Conaculta, en la SEP, en los órganos administrativos desconcentrados y en las entidades paraestatales que queden adscritos o coordinados a la Secretaría de Cultura, respectivamente, "serán respetados en todo momento, de conformidad con lo dispuesto en las leyes y demás disposiciones aplicables".
La Secretaría de Cultura integrará los diversos consejos, comisiones intersecretariales y órganos colegiados previstos en las disposiciones jurídicas aplicables, según el ámbito de sus atribuciones.
Las erogaciones que se generen con motivo de la entrada en vigor de este decreto, se cubrirán con cargo al presupuesto aprobado al Conaculta, así como a las entidades paraestatales y órganos administrativos desconcentrados que quedan agrupados en el sector coordinado por la Secretaría de Cultura.
Por lo tanto, "no se autorizarán recursos adicionales para tal efecto durante el ejercicio fiscal que corresponda".
Esto será, "sin perjuicio de aquellos recursos económicos que, en su caso, puedan destinarse a los programas o proyectos que esa dependencia del Ejecutivo Federal considere prioritarios, con cargo al presupuesto autorizado para tales efectos y en términos de las disposiciones aplicables".
La nueva dependencia se encargará de diseñar estrategias, mecanismos e instrumentos, así como fomentar la elaboración de programas, proyectos y acciones para promover y difundir la cultura, la historia y las artes, en un marco de participación corresponsable de los sectores público, social y privado, entre otras atribuciones.
La Secretaría de Cultura profundizará en la redefinición del papel del Estado en la vida cultural del país, "reflejada en una nueva relación entre el Estado, los creadores, intelectuales y artistas; la conciencia que el apoyo a la cultura es responsabilidad y a la vez derecho de todos".
También deberá establecer nuevas vías de colaboración entre la federación, los estados y municipios que reconocen la pluralidad de voces de la nación.
La Secretaría de Cultura hará suyo el Programa Especial de Cultura y Arte 2014-2018.
De acuerdo con el Conaculta, el país cuenta con 187 zonas arqueológicas abiertas al público, mil 184 museos, siete mil 363 bibliotecas públicas, 594 teatros, mil 852 centros culturales y 869 auditorios, entre otros espacios, en los cuales se desarrolla una actividad cultural permanente.
Es el sexto lugar en Patrimonio Mundial, primero en América Latina y décimo segundo en Patrimonio Inmaterial, quinto por la diversidad lingüística y tercero en la lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Cuenta con una de las infraestructuras culturales más grandes de América Latina y una comunidad artística vigorosa y participativa.