El pleno de la Cámara de Diputados aprobó un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, para exhortar al Congreso del estado de Nuevo León a que "reconsidere" la reforma que permite que personal médico en el estado se abstenga de atender a homosexuales y lesbianas.
La reforma modifica la fracción IV del artículo 48 de la Ley Estatal de Salud, que señala que "el personal médico y de enfermería que forme parte del Sistema Estatal de Salud, podrán ejercer la objeción de conciencia y excusarse de participar en la presentación de servicios que establece esta ley".
El acuerdo de las fracciones parlamentarias en San Lázaro indica que "en el Estado mexicano todas las autoridades están obligadas a respetar, proteger, garantizar y promover los derechos humanos, reconocidos en la Constitución Política y los Tratados Internacionales en la materia de los que el Estado sea parte".
También pide "privilegiar en toda actuación pública el principio propersona que requiere privilegiar el interés y dignidad de las personas, por la supremacía constitucional a la que se deben sujetar toda normatividad, incluidas las leyes federales y locales".