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Discriminación y fake news, los otros ‘brotes’ que llegan con el coronavirus a México

'Todos los árabes han de estar infectados', dicen, alarmados, vecinos de la Narvarte, en la CDMX.

En la colonia Narvarte Oriente no sólo hay pánico e histeria por la emergencia epidemiológica del COVID-19. En las últimas horas también se registró un 'brote' de versiones falsas, sospechas y discriminación.

"¡Ya no vayan para Doctor Barragán y Morena! ¡Ya hay un infectado!", gritó fuera de sí un adulto a la salida de la tienda de abarrotes El Palmar, a cuatro calles de ahí.

El sujeto, con bermudas de mezclilla y cubrebocas azul, remató su mensaje apocalíptico con una delicada sentencia: "¡Son esos pinches árabes que viven ahí! ¡Dicen que alguien que estuvo allá trajo el virus!"

Desde el miércoles al mediodía, todo ese perímetro –donde históricamente se han asentado familias de origen libanés y palestino–, que va de Eje Central a Doctor Vértiz, de oriente a poniente, y de Avenida Universidad a Obrero Mundial, de sur a norte, es un hervidero de fake news y discriminación.

Khalil A., de 77 años, fue reportado como portador del virus el miércoles por una cuadrilla de médicos del gobierno capitalino. Una ambulancia privada arribó a su domicilio y paramédicos lo subieron al vehículo de emergencia en una camilla, en la cual fue montada una aparatosa cápsula de oxígeno.

Transeúntes, vecinos, propietarios de comercios observaron con rostros de angustia el protocolo. Y ahí comenzó el cosquilleo del rumor y los comentarios discriminatorios.

"Ese señor siempre se la pasaba tomando café afuera de esa tienda con otros ancianos también árabes", "todos han de estar infectados", "¡debemos hacer algo!", comentaba una señora a unos vecinos que observaban la escena en shock.

En la esquina de Morena con Zempoala, en los tacos de canasta de "La Güera", otro vecino proponía "pintar las fachadas de los árabes con una cruz. No vaya a ser que contagien a nuestras familias", comentaba el señor de unos 53 años a otros clientes, quienes asentían con la cabeza mientras comían.

Los señalamientos de segregación escalaron. Un grupo de vecinos de la calle de Doctor Barragán exigía que las autoridades de la alcaldía Benito Juárez enviaran cuadrillas a "desinfectar" la zona.

Y otros, más radicales, llamaron a boicotear negocios sobre la calle de Morena, porque "ahí es el punto de reunión de los árabes".

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