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Al menos 5 proyectos para fabricación de respiradores de bajo costo destinados a pacientes con COVID-19 están detenidos, a la espera de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) flexibilice los lineamientos.
En las etapas más críticas, los pacientes tienen problemas para respirar, por lo que deben recibir asistencia a través de respiradores. En nuestro país, de acuerdo con especialistas, se requieren al menos 20 mil, y sólo hay 3 mil.
Instituciones de educación como la UNAM, el IPN y el Tecnológico de Monterrey, empresas como Volkswagen y organizaciones como ReesistenciaTMX han desarrollado proyectos para crear ventiladores. De acuerdo con el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, Gustavo Medina, se trata de respiradores con un costo de 300 dólares, a diferencia de los típicos que cuestan miles. "Aunque no es sofisticado, interactúa con el sistema respiratorio del paciente le envía aire y le salva la vida", explica.
En el ICN han trabajado con el apoyo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias para calibrar los aparatos y buscan obtener una certificación "en forma acelerada" por la Cofepris.
El IPN ha avanzado en el diseño y desarrollo de dos tipos respiradores mecánicos: invasivo y no invasivo. El primero, que se encuentra en fase de pruebas, estará disponible en código abierto para ser producido en cualquier lugar que cuente con la infraestructura y los componentes.
El Tec de Monterrey trabaja en la fabricación de un ventilador a menor precio y de uso público, proyecto en el cual participan más de 40 profesores e investigadores.
La planta Volkswagen de Puebla planea fabricar respiradores, dado que la producción automotriz está suspendida. Y "ReesistenciaTMX" replica respiradores autónomos, basados en el sistema Jackson Rees.