CIUDAD DE MÉXICO.- Más allá de darle cauce a la agenda legislativa pendiente, el Senado, a partir de la próxima semana, entrará en un proceso complejo por el nombramiento de dos cargos vitales para el funcionamiento de la economía y la democracia.
En medio de una de las más severas crisis parlamentarias desde 2012, las fuerzas políticas en la Cámara alta buscarán generar acuerdos para la designación del nuevo gobernador del Banco de México (Banxico) y del titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE).
El primer nombramiento será a propuesta del presidente Enrique Peña Nieto, luego de que el actual gobernador del banco central, Agustín Carstens, termina su mandato al frente de ese organismo por su designación como gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS).
Se prevé que la próxima semana o la siguiente llegue a la Cámara alta la propuesta del Ejecutivo federal, ya que ese órgano legislativo tiene hasta el 30 noviembre para realizar el nombramiento, pero antes se requiere citar a comparecer a comisiones al candidato a tomar las riendas del Banxico, emitir un dictamen y someterse a discusión y votación en urna en el Senado.
El segundo nombramiento urgente es el del nuevo fiscal electoral, luego de la remoción de Santiago Nieto Castillo como titular de la FEPADE y de su desistimiento para seguir en ese puesto, que fue precisamente lo que detonó la crisis en la que se encuentra inmersa la Cámara de Senadores.
Esta designación corresponde única y exclusivamente a la Cámara alta. De acuerdo con el líder de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, y al vicecoordinador del bloque PT-Morena, Miguel Barbosa, la convocatoria para elegir al nuevo fiscal electoral será lanzada el 7 de noviembre en el pleno.
En ambos nombramientos se requiere de mayoría calificada, es decir, de 85 votos de los 128 senadores, en el supuesto caso de que todos estuvieran presentes.
Pero para alcanzar esa mayoría calificada no alcanzan los votos de las bancadas del PRI y PVEM, que en total suman 62, incluso sumando los cinco senadores "rebeldes" del PAN.