Lauren Fleischer Louis, jueza de la Corte Federal del Distrito Sur de Florida, autorizó este martes la extradición a México de César Duarte, exgobernador priísta de Chihuahua, quien enfrenta 21 cargos por corrupción.
La jueza dio un plazo de 60 días para la entrega del mexicano. No obstante, Duarte aún podría apelar la decisión.
La juez Lauren Fleischer Louis consideró que la solicitud presentada por las autoridades mexicanas cumple con los requisitos del Tratado Bilateral de Extradición México-Estados Unidos.
Explicó que existe la causa probable de la existencia de conductas ilegales en México por delitos que también están previstas en las leyes de Estados Unidos.
La orden será por escrito y en breve se podría hacer pública.
Horas antes, la jueza se reservó la decisión sobre extraditar o no a Duarte, luego de una una sesión virtual realizada esta mañana.
La audiencia se llevó a cabo luego de tres sesión que se habían cancelado y fue presenciada por los hijos César Adrián Duarte Gómez y Bertha Isabel Duarte Gómez: así como su esposa Bertha Gómez Fong.
Fue a las 13:22 horas de Miami (13:22 horas tiempo de la Ciudad de México) cuando inició la sesión con la identificación de las partes. Segundos después se escuchó, por única vez la voz del exmandatario quien dijo su nombre completo.
En la audiencia, el fiscal Jason Wu argumentó que los cargos que se persiguen a César Duarte tienen origen en México, por lo que solicitó que la extradición sea definitiva.
También enumeró las imputaciones en su contra que incluyen millonarias operaciones bancarias, uso de prestanombres, incluido sus excolaboradores, así como de sus cercanos, entre los que destaca Carlos Hermosillo, para hacer transferencias sospechosas.
Wu aseguró que las autoridades mexicanas tienen testigos, entre ellos nombró a Jorge, Susana y Brenda, quienes señalan directamente a César Duarte como responsable de peculado.
Según el fiscal, los testigos imputaron directamente a Duarte de ser quien ordenaba los desvíos millonarios mientras era gobernador de Chihuahua.
En su oportunidad, Juan Morillo, abogado defensor de Duarte, se pronunció no solo por negar la extradición sino también por qué su cliente quede en libertad por falta de pruebas en su contra.
Dijo que las imputaciones fueron fabricadas e incluso existen testimonios obtenidos por las autoridades mexicanas bajo coacción.
Se refirió en específico al caso de Jaime Herrera, exsecretario de Hacienda con Duarte y uno de los testigos que la Fiscalía de Chihuahua tiene contra su cliente. Dijo que la fiscalía presionó y amenazó a dicha persona para que testificara contra el exgobernador.
Al final la juez señaló que con el cúmulo de argumentos expuestos por las partes, en sus respectivas conclusiones, tomará una decisión pero advirtió que se tomará un tiempo para ello, sin que estableciera una fecha específica.
Independientemente de la decisión que tome la jueza, Duarte aún podría apelar por lo que su extradición podría prolongarse aún más tiempo.
En octubre de 2019 César Duarte fue imputado por su probable responsabilidad en los delitos de peculado y asociación delictuosa. La fiscalía de Chihuahua le imputó 21 cargos.
Duarte fue detenido en julio de 2020 en Miami, Florida, Estados Unidos, con base en una orden de detención provisional confines de extradición a México.
En su momento se dijo que estaba implicado en el desvío de más de 7 mil millones de pesos del erario de Chihuahua. De hecho, las autoridades locales le han incautado diversas propiedades con valor aproximado de 500 millones de pesos.
La audiencia fina al de la extradición estaba previsto para diciembre pasado pero sus abogados solicitaron que se pospusiera, por lo que finalmente se llevó acabo este martes.
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