CIUDAD DE MÉXICO.- Si mañana fueran las elecciones en México, un candidato de izquierda y antiestadounidense ganaría y eso no le conviene a Estados Unidos… ni a México, coincidieron ayer el senador republicano John McCain y el secretario de Seguridad Interior, John Kelly.
Durante una audiencia en el Senado estadounidense, el funcionario de la administración de Trump defendió la construcción del muro fronterizo. Sin embargo, el senador McCain le recordó que existe un problema adicional a todos los que se han mencionado antes (el dinero para pagarlo, el impacto ambiental y la dificultad de los terrenos): el sentimiento antiestadounidense que enarbola el candidato de izquierda en México, de quien no mencionaron su nombre.
"(…) Pero tenemos otro problema con México. Ahora mismo hay un sentimiento antiestadounidense. Si las elecciones fueran mañana en México, probablemente se tendría a un antiestadounidense de ala izquierdista como presidente de México. Eso no puede ser bueno para Estados Unidos", cuestionó McCain a Kelly.
Y Kelly respondió: "No sería bueno para Estados Unidos ni para México".
En la audiencia, que duró dos horas con 25 minutos, el secretario Kelly sostuvo que las primeras órdenes migratorias del presidente Donald Trump han servido como medidas de disuasión, a fin de que no crucen más la frontera los migrantes indocumentados.
Explicó que en cinco meses se ha visto una reducción del número de personas que llegan a Estados Unidos sin documentos, pero enfatizó que se tienen dos meses consecutivos en que "el tráfico humano se ha reducido significativamente respecto a las mujeres jóvenes y las familias, lo que es aún más significativo y todo esto es resultado de lo que hemos hecho en la frontera", señaló.
Según datos de la Patrulla Fronteriza, en marzo se registraron 17 mil detenciones de personas indocumentadas, una baja significativa comparada con las 58 mil 748 registradas en diciembre de 2016.
En un comentario sobre la influencia de la prensa, el funcionario agregó que la caída en el número de indocumentados que llegan a EU, se debe en parte a informaciones de los medios, "en muchos casos poco rigurosas", sobre las recientes redadas de las autoridades de inmigración.
Ante la posibilidad de separar familias, como lo había expresado semanas atrás, Kelly aseguró que eso no ocurrirá a excepción de casos en los que la madre o el padre puedan ser un peligro para el menor; por ejemplo, cuando la madre está enferma o es adicta a las drogas.
En esa misma audiencia, el secretario Kelly se refirió al nivel de corrupción que vive México, país con el que –asegura– "estamos obteniendo una cooperación enorme de las autoridades". No obstante, reconoció que parte de la corrupción es impulsada por el consumo de drogas en Estados Unidos.
"La corrupción está ampliamente extendida, mucho se debe a las ganancias de las drogas y su uso en Estados Unidos, no hay duda de ello; la corrupción es amplia, traté de ir contra eso, es un lugar peligroso por la corrupción y el tráfico, en mucho impulsada por el consumo de drogas de Estados Unidos", admitió el funcionario estadounidense.
Aseguró que la cooperación con México ha sido constante, y puso como ejemplo la detención de 160 mil migrantes centroamericanos, en 2016, en la frontera sur del país.
Agregó su confianza en algunas autoridades mexicanas: "Me remonto al tiempo en que usaba uniforme", señaló al referirse a su labor como jefe del Comando Sur de Estados Unidos, que tenía gran influencia en América Latina. "Considero amigos al dirigente de la Marina y del Ejército", agregó Kelly.