CIUDAD DE MÉXICO.- La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) alertó que México lidera el mercado de exportación de metanfetaminas y opio en América; además el cultivo de amapola creció un 60 por ciento en los últimos seis años en el país.
De acuerdo con el Reporte Mundial sobre Drogas 2017, presentado ayer, 29.5 millones de personas en el mundo sufren alguna adicción que pone en riesgo su seguridad o su salud. Se encontró que los derivados del opio tienen las mayores consecuencias para la salud.
Los datos presentados indican que el país sigue como el principal exportador de metanfetaminas, siendo Estados Unidos su receptor.
Mientras, junto con Colombia, permanece como exportador de opio en la región, según la representación que hace el organismo de las rutas de distribución y consumo. También señala que ha crecido el número de hectáreas en las que se cultiva amapola, de acuerdo con el número de erradicaciones y cifras oficiales.
La UNODC reporta que en 2006 en nuestro país se erradicaron 16 mil 890 hectáreas, mientras 10 años después el número creció a 24 mil 926. A principios de 2010, el número de hectáreas fue de 15 mil 491 y para 2016, el aumento había sido de un 60 por ciento.
El estudio, que se presenta cada año, explica que los grupos de delincuencia organizada han ampliado su cartera de actividades ilícitas. "Han surgido nuevas áreas delictivas como la cibercriminalidad y la delincuencia ambiental. Menos grupos están dedicados exclusivamente al narcotráfico", destaca.
Añade que en México, Japón y Rusia las organizaciones criminales aún utilizan una estructura jerárquica; sin embargo, "hay evidencia de que las estructuras horizontales son cada vez más importantes. En 2017, Europol estimó que estas redes representaban del 30 al 40 por ciento de los grupos del crimen organizado que operaban en países de la Unión Europea".
Otro aspecto es la "revolución de las comunicaciones móviles" que han hecho más accesible la droga para muchos sectores a nivel global. "Ya no necesitan contacto personal con los clientes. En su lugar, los 'corredores' de nivel bajo pueden recaudar dinero en efectivo y los distribuidores pueden dejar que el cliente sepa dónde recoger las drogas usando mensajes a través de redes cifradas", explica.
Añade que "el darknet permite a los usuarios comprar medicamentos con una criptografía, como bitcoin, y hacer que sus compras se les entreguen de manera oculta. Los compradores típicos son usuarios recreativos de cannabis, 'éxtasis', cocaína y alucinógenos".